A INDY POINT
le faltó muy poco en Santa Anita
El sueño estuvo tan cerca de cumplirse que las sensaciones se mezclan. La tristeza por el resultado y la alegría por la actuación de Indy Point son la síntesis del turf. Y de cualquier competencia deportiva.
El caballo argentino finalizó tercero de dos caballos europeos, los más ganadores de la Breeders' Cup Turf (G 1-2400 m-césped). Los siempre temidos. Magician, ganador de las 2000 Guineas de Irlanda, se impuso por medio largo a The Fugue, la yegua que venía de vencer a los machos en el Irish Champions.
Tuvieron que ser dos caballos nacidos en la cuna del sangre pura, donde se compite en césped casi exclusivamente. Magician, además, propiedad del grupo Coolmore, de lo más ilustre. Y ahí nomás, con ellos, Indy Point, a tres cuartos de cuerpo
Mandella (Cuidador), tras el final agridulce, dijo: "El jockey buscó pasar por dentro, pero estaba lleno; cuando cambió era tarde", y chasquea los dedos. "Él tiene que tomar una decisión. Queremos una segunda chance. Indy Point va a ser mucho mejor el año que viene: sólo tiene 4 años. Y por qué no Dubai, antes. Estoy muy feliz. Estaría más feliz si hubiera ganado, claro."
A unos metros está la familia Lovisi (Propietarios). Ni rabia ni tristeza, se percibe. Sigue Mandella: "Esta gente es fantástica. Hasta en Chicago ellos me consolaban a mí [tras la decepción del Arlington]". Felipe, el jefe de esa familia, sostiene el tema: "El caballo perdió bárbaro, le ganaron corriendo. No voy a decir que me gusta perder, pero ¿cómo voy a tener bronca con un caballo que corre contra los mejores del mundo y entra a un cuerpo y medio? Algunos entran segundos en la intermedia y están contentos, ¿cómo voy a estar triste yo? Indy Point demostró que está para correr en este nivel".
Por el medio, Indy Point no encontró paso a tiempo</
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