Heridos de bala y de arma blanca en un conflicto gremial con la Administración del Hipódromo de La Plata, que no hará carreras “hasta nuevo aviso”El hipódromo de La Plata atraviesa otra etapa de sus cíclicas crisis profundas, con medidas de fuerza en reclamo de las demoras en los pagos y la situación calamitosa en la que se encuentra parte de sus instalaciones, entre otros puntos. En ese contexto, este martes volvieron a suspenderse las carreras, por tercera fecha consecutiva en dos semanas, y la situación escaló como nunca en el turf: hubo dos heridos de bala, uno de arma blanca y un detenido con una pistola de calibre .22.
Uno de los gremios, la Asociación Unificada de Jockeys y Cuidadores, había advertido de la huelga la semana pasada, cuando se debió cancelar las jornadas del martes 17 y el jueves 19 luego de no tener las respuestas esperadas de Mariano Cowen, el administrador del hipódromo, un puesto político que tiene el también presidente del club Gimnasia y Esgrima de La Plata. La pista del Bosque está bajo potestad de la Lotería Bonaerense, que es la que maneja todos sus recursos y gran parte de los que le corresponden por ley a otros escenarios de esa provincia, entre ellos, San Isidro, dinero que surge de las ganancias de los bingos y es transferido con meses de demora. El Jockey Club Argentino resiste ante protestas de menor firmeza, aunque también vio afectadas sus carreras semanas atrás, y en Azul, Tandil y Dolores prácticamente se corre sólo cuando llega la transferencia de fondos.
Para esta semana, esa misma entidad dio a conocer el comunicado que presentó en la oficina de Cowen respecto a la continuidad del conflicto durante las reuniones programadas “para el martes 24 y el jueves 26″, reiterando algunos puntos que viene demandando desde hace años. Se expuso, entre otros, “la falta de cobertura médica, el atraso en el pago de los premios, el cambio de la empalizada, el mantenimiento de las pistas y el aumento de premios”. No obstante, las autoridades anunciaron que las carreras iban a desarrollarse con normalidad. Nada de eso sucedió, claro.
Pasadas las 13, una hora después del horario establecido para el inicio y con trabajadores cortando la pista a la altura del disco, el hipódromo emitió el comunicado por el que suspendía la fecha “ante la intromisión injustificada y arbitraria por parte de la Asociación Unificada de Jockeys y Cuidadores” y “a los efectos de salvaguardar la integridad de los demás actores y los caballos”. En rigor, el peligro está latente por el estado de algunos sectores de la cancha y de la empalizada y la falta de luces, por lo que, atípicamente, se corre sólo antes del anochecer.
Allí nació otro desmadre. De un lado, los que están en huelga. Por el otro, los que sí querían competir, pertenecientes a otro gremio, aunque igualmente involucrados en el grave problema de que la fuente de ingreso de todos es la de esos pagos atrasados por meses, que la provincia maneja a discreción. Hubo corridas y algunos enfrentamientos a golpes de puño, y quienes aseguraban que había gente con armas y cuchillos, ajena a la actividad. Los actos criminales fueron confirmados por el propio hipódromo con un comunicado que asegura que hubo ”dos personas con heridas de bala que fueron trasladados a los hospitales Gutiérrez y Rossi y una tercera con herida de arma blanca en un glúteo”. El otro fue derivado al hospital Italiano.
La notificación oficial sostiene el “repudio de los hechos de violencia”, asegura que fue “una disputa sindical entre miembros de la Asociación que conduce Matías Ferreyra”, afirma que hubo “una negativa a conversar con el Administrador de un sector de los involucrados que decidió cortar la pista” y detalla que ”comenzaron los enfrentamientos cuando un sector estaba dispuesto a participar de las carreras y continuar el diálogo”. Hasta entonces no se habían visto la presencia de caballos siquiera en la redonda de exhibición, habían sido anunciado los retiros y cambios de monta como si fuera un día normal y la transmisión oficial reflejaba, por ejemplo, una carrera de dos personas en bicicleta saliendo de las propias gateras en la pista principal, con la complicidad de alguien que activó la apertura de puertas. Insólito.
En medio de la lucha por los reclamos genuinos y postergados ante una Administración y una Lotería bonaerense que desprotegen y desvalorizan al turf, la escalada de violencia superó lo imaginado. Y las autoridades anticiparon que “por motivos de seguridad no habrá actividad hípica alguna hasta nuevo aviso”, lo que abarcaría incluso el trabajo matutino obligatorio, ya que los caballos necesitan salir a entrenarse a diario. Más leña al fuego.
Los hipódromos de la provincia de Buenos Aires abonan los premios a los trabajadores por sus actuaciones en sus carreras, en una proporción chica por lo que recaudan y en otra mayor por lo que les corresponde por la Ley del Turf. En las tribunas y en las calles de las villas hípicas se escucha asiduamente una comparación de que la actividad está en la situación de las ovejas que están al cuidado del lobo, dado que los progresos y beneficios que pueden obtener el turf y sus decenas de miles de trabajadores dependen de la aprobación de esa Lotería.
Todo reclamo de prosperidad, principalmente en la posibilidad de tener aplicaciones para apostar, como sucede en casi todo el mundo, nunca prosperó, lo que favorece a los juegos de azar que sí avanzaron en esa jurisdicción. En La Plata, jockeys, cuidadores, vareadores y demás actores se hartaron. Y la jornada del martes finalizó de manera radicalizada, sin moderaciones, en un hipódromo que maneja el Estado provincial en medio de las eternas acusaciones sobre la utilización política de los puestos principales y de los empleos.
El hipódromo de La Plata atraviesa otra etapa de sus cíclicas crisis profundas, con medidas de fuerza en reclamo de las demoras en los pagos y la situación calamitosa en la que se encuentra parte de sus instalaciones, entre otros puntos. En ese contexto, este martes volvieron a suspenderse las carreras, por tercera fecha consecutiva en dos semanas, y la situación escaló como nunca en el turf: hubo dos heridos de bala, uno de arma blanca y un detenido con una pistola de calibre .22.
Uno de los gremios, la Asociación Unificada de Jockeys y Cuidadores, había advertido de la huelga la semana pasada, cuando se debió cancelar las jornadas del martes 17 y el jueves 19 luego de no tener las respuestas esperadas de Mariano Cowen, el administrador del hipódromo, un puesto político que tiene el también presidente del club Gimnasia y Esgrima de La Plata. La pista del Bosque está bajo potestad de la Lotería Bonaerense, que es la que maneja todos sus recursos y gran parte de los que le corresponden por ley a otros escenarios de esa provincia, entre ellos, San Isidro, dinero que surge de las ganancias de los bingos y es transferido con meses de demora. El Jockey Club Argentino resiste ante protestas de menor firmeza, aunque también vio afectadas sus carreras semanas atrás, y en Azul, Tandil y Dolores prácticamente se corre sólo cuando llega la transferencia de fondos.
Para esta semana, esa misma entidad dio a conocer el comunicado que presentó en la oficina de Cowen respecto a la continuidad del conflicto durante las reuniones programadas “para el martes 24 y el jueves 26″, reiterando algunos puntos que viene demandando desde hace años. Se expuso, entre otros, “la falta de cobertura médica, el atraso en el pago de los premios, el cambio de la empalizada, el mantenimiento de las pistas y el aumento de premios”. No obstante, las autoridades anunciaron que las carreras iban a desarrollarse con normalidad. Nada de eso sucedió, claro.
Pasadas las 13, una hora después del horario establecido para el inicio y con trabajadores cortando la pista a la altura del disco, el hipódromo emitió el comunicado por el que suspendía la fecha “ante la intromisión injustificada y arbitraria por parte de la Asociación Unificada de Jockeys y Cuidadores” y “a los efectos de salvaguardar la integridad de los demás actores y los caballos”. En rigor, el peligro está latente por el estado de algunos sectores de la cancha y de la empalizada y la falta de luces, por lo que, atípicamente, se corre sólo antes del anochecer.
Allí nació otro desmadre. De un lado, los que están en huelga. Por el otro, los que sí querían competir, pertenecientes a otro gremio, aunque igualmente involucrados en el grave problema de que la fuente de ingreso de todos es la de esos pagos atrasados por meses, que la provincia maneja a discreción. Hubo corridas y algunos enfrentamientos a golpes de puño, y quienes aseguraban que había gente con armas y cuchillos, ajena a la actividad. Los actos criminales fueron confirmados por el propio hipódromo con un comunicado que asegura que hubo ”dos personas con heridas de bala que fueron trasladados a los hospitales Gutiérrez y Rossi y una tercera con herida de arma blanca en un glúteo”. El otro fue derivado al hospital Italiano.
La notificación oficial sostiene el “repudio de los hechos de violencia”, asegura que fue “una disputa sindical entre miembros de la Asociación que conduce Matías Ferreyra”, afirma que hubo “una negativa a conversar con el Administrador de un sector de los involucrados que decidió cortar la pista” y detalla que ”comenzaron los enfrentamientos cuando un sector estaba dispuesto a participar de las carreras y continuar el diálogo”. Hasta entonces no se habían visto la presencia de caballos siquiera en la redonda de exhibición, habían sido anunciado los retiros y cambios de monta como si fuera un día normal y la transmisión oficial reflejaba, por ejemplo, una carrera de dos personas en bicicleta saliendo de las propias gateras en la pista principal, con la complicidad de alguien que activó la apertura de puertas. Insólito.
En medio de la lucha por los reclamos genuinos y postergados ante una Administración y una Lotería bonaerense que desprotegen y desvalorizan al turf, la escalada de violencia superó lo imaginado. Y las autoridades anticiparon que “por motivos de seguridad no habrá actividad hípica alguna hasta nuevo aviso”, lo que abarcaría incluso el trabajo matutino obligatorio, ya que los caballos necesitan salir a entrenarse a diario. Más leña al fuego.
Los hipódromos de la provincia de Buenos Aires abonan los premios a los trabajadores por sus actuaciones en sus carreras, en una proporción chica por lo que recaudan y en otra mayor por lo que les corresponde por la Ley del Turf. En las tribunas y en las calles de las villas hípicas se escucha asiduamente una comparación de que la actividad está en la situación de las ovejas que están al cuidado del lobo, dado que los progresos y beneficios que pueden obtener el turf y sus decenas de miles de trabajadores dependen de la aprobación de esa Lotería.
Todo reclamo de prosperidad, principalmente en la posibilidad de tener aplicaciones para apostar, como sucede en casi todo el mundo, nunca prosperó, lo que favorece a los juegos de azar que sí avanzaron en esa jurisdicción. En La Plata, jockeys, cuidadores, vareadores y demás actores se hartaron. Y la jornada del martes finalizó de manera radicalizada, sin moderaciones, en un hipódromo que maneja el Estado provincial en medio de las eternas acusaciones sobre la utilización política de los puestos principales y de los empleos.
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