60 AÑOS DE LA INAUGURACIÓN DEL HIPÓDROMO DE MONTERRICO"El domingo 18 de Diciembre de 1960 a la 1 y 15 de la tarde, se disputó la primera carrera en el Hipódromo de Monterrico, también llamado Coloso de Surco, que fuera ganada por WEEK END (Westerlands Prince y Manodia) del Stud Arequipa; la 2º la ganó ALATA (Beaucarie y Piuranita II) del Stud Simplón; la 3º SANTIAGUILLO (Tufthunter y Grandell) del Stud La Cabaña; la 4º ULTIMA HORA (Light y Corne D'Or) del Stud Fada; la 5º el Clásico Mariano I. Prado y Ugarteche, PENSADOR (Yo Yo y Pensadora) del Stud Pacífico; la 6º DON MARIO (Saturn y Petrouska) del Stud Calete; la 7º GALANTO (Penny Post y Gascuña) del Stud Orrantia, la 8º ROMANOV (My Love y Empire Bucller) del Stud La Cabaña; la 9º BEDUINO (Black Out y Tarabika) del Stud Los Lilos y en la 10º LIBRADOR (CHIVALRIC y SALANGA) del Stud Arsenal. Una tarde en la que corrieron 119 caballos.
Después de casi cien años de existencia, el turf nacional contó un hogar propio, un Hipódromo construido por su propio esfuerzo, cuya inauguración representó un acontecimiento sin precedentes en sus anales.
El vecino Puerto del Callao, y especialmente la llamada "Cancha de la Mar Brava", fue el teatro de la primera reunión de carreras organizadas en forma pública, la que se realizó el 29 de febrero de 1864 bajo el patrocinio del Prefecto del Callao Coronel Miguel Medina. Con un tabladillo de madera a guisa de tribuna, con una pista netamente al estilo inglés, con variadas ondulaciones y demarcada con sogas, se realizaron varias reuniones de carreras, con bastante éxito. Los aficionados limeños trataron de acercar más su espectáculo favorito y se intentó construir un hipódromo rudimentario en la Pampa del Pino, zona en que actualmente se encuentra parte del populoso barrio de El Porvenir, realizándose allí en 1866 una reunión de carreras, pero el terreno pedregoso impidió seguir utilizándolo.
Posteriormente se disputaron carreras en la cancha de Chacra Colorada, hoy el barrio del mismo nombre, y por último se escogió un lugar intermedio entre Lima y Callao, en La Legua. Parece que esa fue la zona que resultó más adecuada, porque fue en la Legua donde se construyó el primer hipódromo permanente de nuestro país.Ese Hipódromo se conoce con el nombre de "Cancha Meiggs", porque su construcción se debió a la generosidad del Ingeniero norteamericano don Enrique Meiggs, el constructor de nuestro Ferrocarril Central, que delineó la pista en el mismo terreno de La Legua y construyó tribunas de madera. Este Hipódromo se inauguró en 1877 y duró hasta 1902 y en él se dieron los primeros pasos para la organización de nuestras carreras de caballos, que culminaron en la Sociedad de Carreras del Perú, que presidió el Sr. Waldo Graña y el Jockey Club de Lima, fundado en 1895, cuyo primer Presidente fue el Dr. Ricardo Ortiz de Zevallos.Pero para despertar la afición del grueso público limeño era necesario construir Así lo comprendieron los dinámicos dirigentes del Jockey Club y a fines del siglo XIX se obtuvo de la Municipalidad de Lima la concesión de una enfiteusis por 99 años en los terrenos del fundo "Santa Beatriz", nombre inolvidable en nuestros anales hípicos. Así pudo inaugurarse en julio de I903 el pintoresco hipódromo de tribunas moriscas, que albergó durante 35 años a la afición limeña. El Sr. Alfredo Benavides, mediante una emisión de bonos construyó las tribunas moriscas, a la que se agregó en 1909 la Tribuna de Segunda. Fue la etapa más brillante de "Santa Beatríz" entre 1921 y 24, construyéndose al final de esa llamada "Edad de Oro" una hermosa pista de 2,400 metros en terrenos cedidos por el Presidente Sr. Augusto B. Leguía.Allí se disputaron carreras internacionales celebrando el Centenario de la Independencia y el Centenario de Ayacucho, y se construyó la tribuna de Socios que es lo único que aún existe, en 1927. A la caída del Gobierno de Leguía hubo que volver a la pista de 1,600 metros, que duró hasta el año 1938.El extraordinario crecimiento de Lima determinó la desaparición de "Santa Beatriz" y el Sr. Enrique Ayulo Pardo, Presidente del Jockey Club consiguió del Gobierno del Mariscal Oscar R. Benavides la construcción de un nuevo Hipódromo que quedaría en poder de la Institución hasta el vencimiento del plazo de la enfiteusis a cambio de la devolución de los terrenos situados ya en el corazón de Lima. El lugar escogido fue la recién inaugurada Avenida Salaverry, en la zona del fundo "San Felipe", nombre con que se hizo conocer el nuevo centro de carreras. Pero a partir de 1951 el desarrollo sin precedentes de la afición limeña hizo estrecho a "San Felipe" para albergarla, por lo que se pensó en un nuevo centro hípico, digno del actual grado de progreso de nuestro turf.La inauguración del Gran Hipódromo de Monterrico (también llamado "El Coloso de Surco") fue posible a 4 socios que ejercieron la Presidencia del Jockey Club del Perú: Ernesto Ayulo Pardo (1952-53), quien adquirió el terreno; Oscar Berckemeyer Pazos (1954-55-58), que puso la primera piedra e inició la construcción; Gustavo Prado Heudebert (1956-57), quién mantuvo permanentemente el ritmo de la construcción y César A. del Río (1959-60) que consiguió un importante préstamo con aval del Gobierno que permitió dar término a la obra e inaugurar el gran Hipódromo.
Ha correspondido al Directorio que preside el Sr. César. del Río, la satisfacción y la gloria de inaugurar el nuevo hogar de la afición límeña. Nada más justo que reconocer los méritos que tiene para ello, porque la terminación de la obra trascendental emprendida por sus antecesores, ha sido su preocupación y afán constantes, su esfuerzo cotidiano, su problema de cada día. Ese fue su programa y su bandera, y la ha cumplido sin desmayos y con decidido empeño, coronando una obra que ha de hacer historia en el turf nacional".
Hasta aquí la crónica de don Jorge Young Bazo que describe los pasos dados por diversas autoridades y personalidades que apoyaron lo que hoy es el Hipódromo de Monterrico.
Por este bello escenario hemos sido testigos de grandes campeones, de competencias internacionales con triunfos memorables gracias a profesionales de gran categoría como preparadores y jinetes.
El reconocimiento tanto a los propietarios, criadores, profesionales y trabajadores que con su esfuerzo y cariño hicieron posible escribir todos los capítulos de este gran recinto que permite el sustento para miles de familias y el disfrute de un bello espectáculo para miles de aficionados que semana a semana siguen las competencias hípicas.
"El domingo 18 de Diciembre de 1960 a la 1 y 15 de la tarde, se disputó la primera carrera en el Hipódromo de Monterrico, también llamado Coloso de Surco, que fuera ganada por WEEK END (Westerlands Prince y Manodia) del Stud Arequipa; la 2º la ganó ALATA (Beaucarie y Piuranita II) del Stud Simplón; la 3º SANTIAGUILLO (Tufthunter y Grandell) del Stud La Cabaña; la 4º ULTIMA HORA (Light y Corne D'Or) del Stud Fada; la 5º el Clásico Mariano I. Prado y Ugarteche, PENSADOR (Yo Yo y Pensadora) del Stud Pacífico; la 6º DON MARIO (Saturn y Petrouska) del Stud Calete; la 7º GALANTO (Penny Post y Gascuña) del Stud Orrantia, la 8º ROMANOV (My Love y Empire Bucller) del Stud La Cabaña; la 9º BEDUINO (Black Out y Tarabika) del Stud Los Lilos y en la 10º LIBRADOR (CHIVALRIC y SALANGA) del Stud Arsenal. Una tarde en la que corrieron 119 caballos.
Después de casi cien años de existencia, el turf nacional contó un hogar propio, un Hipódromo construido por su propio esfuerzo, cuya inauguración representó un acontecimiento sin precedentes en sus anales.
El vecino Puerto del Callao, y especialmente la llamada "Cancha de la Mar Brava", fue el teatro de la primera reunión de carreras organizadas en forma pública, la que se realizó el 29 de febrero de 1864 bajo el patrocinio del Prefecto del Callao Coronel Miguel Medina. Con un tabladillo de madera a guisa de tribuna, con una pista netamente al estilo inglés, con variadas ondulaciones y demarcada con sogas, se realizaron varias reuniones de carreras, con bastante éxito. Los aficionados limeños trataron de acercar más su espectáculo favorito y se intentó construir un hipódromo rudimentario en la Pampa del Pino, zona en que actualmente se encuentra parte del populoso barrio de El Porvenir, realizándose allí en 1866 una reunión de carreras, pero el terreno pedregoso impidió seguir utilizándolo.
Posteriormente se disputaron carreras en la cancha de Chacra Colorada, hoy el barrio del mismo nombre, y por último se escogió un lugar intermedio entre Lima y Callao, en La Legua. Parece que esa fue la zona que resultó más adecuada, porque fue en la Legua donde se construyó el primer hipódromo permanente de nuestro país.
Ese Hipódromo se conoce con el nombre de "Cancha Meiggs", porque su construcción se debió a la generosidad del Ingeniero norteamericano don Enrique Meiggs, el constructor de nuestro Ferrocarril Central, que delineó la pista en el mismo terreno de La Legua y construyó tribunas de madera. Este Hipódromo se inauguró en 1877 y duró hasta 1902 y en él se dieron los primeros pasos para la organización de nuestras carreras de caballos, que culminaron en la Sociedad de Carreras del Perú, que presidió el Sr. Waldo Graña y el Jockey Club de Lima, fundado en 1895, cuyo primer Presidente fue el Dr. Ricardo Ortiz de Zevallos.
Pero para despertar la afición del grueso público limeño era necesario construir Así lo comprendieron los dinámicos dirigentes del Jockey Club y a fines del siglo XIX se obtuvo de la Municipalidad de Lima la concesión de una enfiteusis por 99 años en los terrenos del fundo "Santa Beatriz", nombre inolvidable en nuestros anales hípicos. Así pudo inaugurarse en julio de I903 el pintoresco hipódromo de tribunas moriscas, que albergó durante 35 años a la afición limeña. El Sr. Alfredo Benavides, mediante una emisión de bonos construyó las tribunas moriscas, a la que se agregó en 1909 la Tribuna de Segunda. Fue la etapa más brillante de "Santa Beatríz" entre 1921 y 24, construyéndose al final de esa llamada "Edad de Oro" una hermosa pista de 2,400 metros en terrenos cedidos por el Presidente Sr. Augusto B. Leguía.
Allí se disputaron carreras internacionales celebrando el Centenario de la Independencia y el Centenario de Ayacucho, y se construyó la tribuna de Socios que es lo único que aún existe, en 1927. A la caída del Gobierno de Leguía hubo que volver a la pista de 1,600 metros, que duró hasta el año 1938.
Ha correspondido al Directorio que preside el Sr. César. del Río, la satisfacción y la gloria de inaugurar el nuevo hogar de la afición límeña. Nada más justo que reconocer los méritos que tiene para ello, porque la terminación de la obra trascendental emprendida por sus antecesores, ha sido su preocupación y afán constantes, su esfuerzo cotidiano, su problema de cada día. Ese fue su programa y su bandera, y la ha cumplido sin desmayos y con decidido empeño, coronando una obra que ha de hacer historia en el turf nacional".
Hasta aquí la crónica de don Jorge Young Bazo que describe los pasos dados por diversas autoridades y personalidades que apoyaron lo que hoy es el Hipódromo de Monterrico.
Por este bello escenario hemos sido testigos de grandes campeones, de competencias internacionales con triunfos memorables gracias a profesionales de gran categoría como preparadores y jinetes.
El reconocimiento tanto a los propietarios, criadores, profesionales y trabajadores que con su esfuerzo y cariño hicieron posible escribir todos los capítulos de este gran recinto que permite el sustento para miles de familias y el disfrute de un bello espectáculo para miles de aficionados que semana a semana siguen las competencias hípicas.
El extraordinario crecimiento de Lima determinó la desaparición de "Santa Beatriz" y el Sr. Enrique Ayulo Pardo, Presidente del Jockey Club consiguió del Gobierno del Mariscal Oscar R. Benavides la construcción de un nuevo Hipódromo que quedaría en poder de la Institución hasta el vencimiento del plazo de la enfiteusis a cambio de la devolución de los terrenos situados ya en el corazón de Lima. El lugar escogido fue la recién inaugurada Avenida Salaverry, en la zona del fundo "San Felipe", nombre con que se hizo conocer el nuevo centro de carreras. Pero a partir de 1951 el desarrollo sin precedentes de la afición limeña hizo estrecho a "San Felipe" para albergarla, por lo que se pensó en un nuevo centro hípico, digno del actual grado de progreso de nuestro turf.
La inauguración del Gran Hipódromo de Monterrico (también llamado "El Coloso de Surco") fue posible a 4 socios que ejercieron la Presidencia del Jockey Club del Perú: Ernesto Ayulo Pardo (1952-53), quien adquirió el terreno; Oscar Berckemeyer Pazos (1954-55-58), que puso la primera piedra e inició la construcción; Gustavo Prado Heudebert (1956-57), quién mantuvo permanentemente el ritmo de la construcción y César A. del Río (1959-60) que consiguió un importante préstamo con aval del Gobierno que permitió dar término a la obra e inaugurar el gran Hipódromo.
Ha correspondido al Directorio que preside el Sr. César. del Río, la satisfacción y la gloria de inaugurar el nuevo hogar de la afición límeña. Nada más justo que reconocer los méritos que tiene para ello, porque la terminación de la obra trascendental emprendida por sus antecesores, ha sido su preocupación y afán constantes, su esfuerzo cotidiano, su problema de cada día. Ese fue su programa y su bandera, y la ha cumplido sin desmayos y con decidido empeño, coronando una obra que ha de hacer historia en el turf nacional".
Hasta aquí la crónica de don Jorge Young Bazo que describe los pasos dados por diversas autoridades y personalidades que apoyaron lo que hoy es el Hipódromo de Monterrico.
Por este bello escenario hemos sido testigos de grandes campeones, de competencias internacionales con triunfos memorables gracias a profesionales de gran categoría como preparadores y jinetes.
El reconocimiento tanto a los propietarios, criadores, profesionales y trabajadores que con su esfuerzo y cariño hicieron posible escribir todos los capítulos de este gran recinto que permite el sustento para miles de familias y el disfrute de un bello espectáculo para miles de aficionados que semana a semana siguen las competencias hípicas.
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