La lujosa vida del apostador de carreras de caballos más rico del mundo
Zeljko Ranogajec es australiano, tiene 59 años e hizo su fortuna apostando. Mueve su dinero en carreras de caballos, en el blackjack y en otros juegos de azar y consiguió consagrarse como uno de los hombres más millonarios del ambiente de las apuestas.
Pero su bajo perfil público y las pocas veces que se presenta en ámbitos sociales lo llevaron a ganarse el apodo de “el monstruo del Lago Ness”, en alusión a la leyenda del Reino Unido. Su fortuna está valuada en 465 millones de dólares y su nivel de vida es de un inimaginable lujo.
Estudió Comercio y Derecho en la Universidad de Tasmania y, en sus primeros pasos en el juego, usó sus habilidades matemáticas para volverse un genio del blackjack y del póker. Ganaba tanto que lo empezaron a echar de los casinos y se inclinó por las apuestas de caballos.
Sin embargo, lo que lo hizo acumular millones y millones con las carreras fue la forma en que empezó a invertir su dinero. “Es muy simple. Apostás para perder, de forma que obtenés más plata y la ganancia viene de los reintegros. Si apostás 100 y perdés 5, pero tenés un reintegro del 10%, aún tenés un 5% a favor. Siempre ganás”, explicó él mismo ante la corte australiana en 2008.
Su grupo de apuestas se llama el Club de los Punteros de Bankroll y las sumas que destinan al juego son inimaginables. “Los clientes que apuestan en nuestro nivel son un puñado en todo el mundo”, explicó entonces Ranogajec.
Su fortuna le permitió comprarse una increíble flota de departamentos, entre los que destaca uno ubicado en el exclusivo complejo One Hyde Park, de Londres. Un piso allí puede costar más de 220 millones de dólares y, en 2018, su valor alcanzó un récord por ser el más caro del mundo.
El lujoso complejo ubicado en Knightsbridge, Londres, tiene además una pileta de 21 metros cuadrados, una sala de cine y hasta una biblioteca. Cuenta con servicio de limpieza como de un hotel y laundry.
El apostador de carreras maneja asimismo un Lamborghini Aventador, cuyo valor mínimo es de 377.000 dólares. La familia de Ranogajec acumula también varias millas aéreas dado que, según la prensa británica, suelen hacer viajes de Londres a Milán, de Melbourne a París y de Los Angeles a Singapur.
Además, al millonario apodado “el Joker”, por el malo de Batman, se lo vio alguna vez en el torneo de tenis de Wimbledon y hasta en el Hipódromo de Ascot, donde más de una vez sus caballos predilectos se lanzaron a la pista.
Zeljko Ranogajec es australiano, tiene 59 años e hizo su fortuna apostando. Mueve su dinero en carreras de caballos, en el blackjack y en otros juegos de azar y consiguió consagrarse como uno de los hombres más millonarios del ambiente de las apuestas.
Pero su bajo perfil público y las pocas veces que se presenta en ámbitos sociales lo llevaron a ganarse el apodo de “el monstruo del Lago Ness”, en alusión a la leyenda del Reino Unido. Su fortuna está valuada en 465 millones de dólares y su nivel de vida es de un inimaginable lujo.
Estudió Comercio y Derecho en la Universidad de Tasmania y, en sus primeros pasos en el juego, usó sus habilidades matemáticas para volverse un genio del blackjack y del póker. Ganaba tanto que lo empezaron a echar de los casinos y se inclinó por las apuestas de caballos.
Pero su bajo perfil público y las pocas veces que se presenta en ámbitos sociales lo llevaron a ganarse el apodo de “el monstruo del Lago Ness”, en alusión a la leyenda del Reino Unido. Su fortuna está valuada en 465 millones de dólares y su nivel de vida es de un inimaginable lujo.
Estudió Comercio y Derecho en la Universidad de Tasmania y, en sus primeros pasos en el juego, usó sus habilidades matemáticas para volverse un genio del blackjack y del póker. Ganaba tanto que lo empezaron a echar de los casinos y se inclinó por las apuestas de caballos.
Sin embargo, lo que lo hizo acumular millones y millones con las carreras fue la forma en que empezó a invertir su dinero. “Es muy simple. Apostás para perder, de forma que obtenés más plata y la ganancia viene de los reintegros. Si apostás 100 y perdés 5, pero tenés un reintegro del 10%, aún tenés un 5% a favor. Siempre ganás”, explicó él mismo ante la corte australiana en 2008.
Su grupo de apuestas se llama el Club de los Punteros de Bankroll y las sumas que destinan al juego son inimaginables. “Los clientes que apuestan en nuestro nivel son un puñado en todo el mundo”, explicó entonces Ranogajec.
Su fortuna le permitió comprarse una increíble flota de departamentos, entre los que destaca uno ubicado en el exclusivo complejo One Hyde Park, de Londres. Un piso allí puede costar más de 220 millones de dólares y, en 2018, su valor alcanzó un récord por ser el más caro del mundo.
Su grupo de apuestas se llama el Club de los Punteros de Bankroll y las sumas que destinan al juego son inimaginables. “Los clientes que apuestan en nuestro nivel son un puñado en todo el mundo”, explicó entonces Ranogajec.
Su fortuna le permitió comprarse una increíble flota de departamentos, entre los que destaca uno ubicado en el exclusivo complejo One Hyde Park, de Londres. Un piso allí puede costar más de 220 millones de dólares y, en 2018, su valor alcanzó un récord por ser el más caro del mundo.
El lujoso complejo ubicado en Knightsbridge, Londres, tiene además una pileta de 21 metros cuadrados, una sala de cine y hasta una biblioteca. Cuenta con servicio de limpieza como de un hotel y laundry.
El apostador de carreras maneja asimismo un Lamborghini Aventador, cuyo valor mínimo es de 377.000 dólares. La familia de Ranogajec acumula también varias millas aéreas dado que, según la prensa británica, suelen hacer viajes de Londres a Milán, de Melbourne a París y de Los Angeles a Singapur.
El apostador de carreras maneja asimismo un Lamborghini Aventador, cuyo valor mínimo es de 377.000 dólares. La familia de Ranogajec acumula también varias millas aéreas dado que, según la prensa británica, suelen hacer viajes de Londres a Milán, de Melbourne a París y de Los Angeles a Singapur.
Además, al millonario apodado “el Joker”, por el malo de Batman, se lo vio alguna vez en el torneo de tenis de Wimbledon y hasta en el Hipódromo de Ascot, donde más de una vez sus caballos predilectos se lanzaron a la pista.
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