ALBERTO DE MONACO, gana en emocionante finalEntre las 16 carreras que animaron la tarde del sábado en la pista de San Isidro, se disputó una única contienda estelar, sobre 1.200 metros y reservado exclusivamente a productos de la generación 2019.
Catorce fueron los competidores que midieron fuerzas en la décima carrera de la jornada, animando un reñido desenlace cuyo fiel reflejo quedó establecido en el margen entre el primero y el sexto del ganador, menos de cuatro cuerpos.
Una definición compacta que tuvo como principal figura a Alberto de Mónaco (Hurricane Cat), defensor del stud Aladino se estrenó con un segundo lugar a fines de marzo sobre 1.200 metros, luego se impuso en igual distancia a mediados de abril, imponiéndose por un cuerpo y medio.
Ahora, estrenando la conducción de Ignacio Abel Romay, el hijo de Hurricane Cat accionó en la medianía del grupo, mientras Don Kazako (Long Island Sound) intentaba unir extremos desempeñándose en vanguardia, estrategia totalmente opuesta a la empleada por su compañera de enseñas Doña Lagrima (Safety Check), que junto a Fabián Barroso se jugó sus cartas desde atrás.
Ya en tierra derecha, Alberto de Mónaco se filtró por el lado más interno de la cancha, mientras Doña Lágrima arremetió con fuerza más abierta. Ambos animaron un atractivo mano a mano, al que se le sumó Es De Temer (Il Campione).
Finalmente, pescuezo de ventaja impuso el pupilo de Juan Saldivia por sobre la defensora del stud San Benito, que superó con lo justo a Es de Temer, tercero apenas a tres cuartos de cuerpo. Haka Maori (Señor Candy) y El Petcel (Aspire) ocuparon la cuarta y quinta plaza, respectivamente.
El ganador empleó un registro global de 1.12.51 para la prueba que significó su primera conquista de jerarquía y a todas luces, un terreno ganado en tiempos donde el final del primer semestre está cada vez más cerca. Criado en el Haras El Mallín, el ganador está cuasi invicto y ha sido protagonista en cada una de sus actuaciones, lo que seguramente potenciará sus ambiciones de cara a los próximos desafíos que deba enfrentar el nieto de Salt Lake.
Catorce fueron los competidores que midieron fuerzas en la décima carrera de la jornada, animando un reñido desenlace cuyo fiel reflejo quedó establecido en el margen entre el primero y el sexto del ganador, menos de cuatro cuerpos.
Una definición compacta que tuvo como principal figura a Alberto de Mónaco (Hurricane Cat), defensor del stud Aladino se estrenó con un segundo lugar a fines de marzo sobre 1.200 metros, luego se impuso en igual distancia a mediados de abril, imponiéndose por un cuerpo y medio.
Ahora, estrenando la conducción de Ignacio Abel Romay, el hijo de Hurricane Cat accionó en la medianía del grupo, mientras Don Kazako (Long Island Sound) intentaba unir extremos desempeñándose en vanguardia, estrategia totalmente opuesta a la empleada por su compañera de enseñas Doña Lagrima (Safety Check), que junto a Fabián Barroso se jugó sus cartas desde atrás.
Ya en tierra derecha, Alberto de Mónaco se filtró por el lado más interno de la cancha, mientras Doña Lágrima arremetió con fuerza más abierta. Ambos animaron un atractivo mano a mano, al que se le sumó Es De Temer (Il Campione).
Finalmente, pescuezo de ventaja impuso el pupilo de Juan Saldivia por sobre la defensora del stud San Benito, que superó con lo justo a Es de Temer, tercero apenas a tres cuartos de cuerpo. Haka Maori (Señor Candy) y El Petcel (Aspire) ocuparon la cuarta y quinta plaza, respectivamente.
El ganador empleó un registro global de 1.12.51 para la prueba que significó su primera conquista de jerarquía y a todas luces, un terreno ganado en tiempos donde el final del primer semestre está cada vez más cerca. Criado en el Haras El Mallín, el ganador está cuasi invicto y ha sido protagonista en cada una de sus actuaciones, lo que seguramente potenciará sus ambiciones de cara a los próximos desafíos que deba enfrentar el nieto de Salt Lake.