LUTHIER BLUES, brindó espectáculo
La edición 2022 del Gran Premio Ciudad de Buenos Aires (G1), una de las carreras más codiciadas para los velocistas en el calendario anual del turf argentino se puede desglosar en dos etapas: los primeros 800 metros y últimos 200.
El último de los seis Grupo 1 que dieron vida a la espectacular jornada dominical erigió al excepcional velocista Luthier Blues (Le Blues) en lo más alto del marcador, engalanando todavía más su notable palmarés.
Enfrentando a once rivales en la recta palermitana, el criado en el Haras El Paraíso volvió a llevarse los aplausos con una performance que lo consolida como el principal velocista del último periodo en las pistas argentinas, con ganancias de máxima jerarquía en ambas superficies. Definitivamente, en la recta no perdona.
Fue su séptima ganancia consecutiva, incluyendo anteriormente los dos Grupo 1 más cotizados para los sprinters en pasto y arena, ganando en Palermo el Maipú (G1) y luego en San Isidro el Félix De Alzaga Unzúe (G1) a mediados de diciembre.
Regresó en marzo con un sólido éxito en el Irlanda (G3) y nuevamente con Brian Enrique en la conducción, el defensor del stud Kirby?s se lució con una faena aplastante.
La disputa duró hasta los 800 metros de la recta, pues en los últimos 200 decisivos Luthier Blues fue categórico para, con un sólido tranco, inclinar la balanza a su favor con pasmosa facilidad.
Con holgura, sin ser exigido a fondo y respondiendo a cabalidad a su condición de favorito de la afición, el pupilo de Gustavo Sarno sentenció seis cuerpos de ventaja a su favor por sobre Sin Cambio (Sidney´s Candy), relegando a Lorenzo Rye (Catcher in the Rye) al tercer lugar, terminando por delante de Storm Dynamico (Dynamix), titular del G.P. Ciudad de Buenos Aires (G1) la temporada pasada y que no pudo retener el título.
Con 16 actuaciones oficiales, Luthier Blues llegó al undécimo éxito de su campaña, tal como lo vitoreó el relator en los metros decisivos, siendo su séptima conquista clásica, superando los ARS $18 millones en ganancias.
El zaino de cuatro años es el más destacado entre los 52 descendientes ganadores del padrillo argentino Le Blues (Roman Ruler), con apenas tres generaciones en edad de correr, siendo uno de los ocho ganadores clásicos que lucen en su producción, donde es el único que luce triunfos de máxima jerarquía.
El último de los seis Grupo 1 que dieron vida a la espectacular jornada dominical erigió al excepcional velocista Luthier Blues (Le Blues) en lo más alto del marcador, engalanando todavía más su notable palmarés.
Enfrentando a once rivales en la recta palermitana, el criado en el Haras El Paraíso volvió a llevarse los aplausos con una performance que lo consolida como el principal velocista del último periodo en las pistas argentinas, con ganancias de máxima jerarquía en ambas superficies. Definitivamente, en la recta no perdona.
Fue su séptima ganancia consecutiva, incluyendo anteriormente los dos Grupo 1 más cotizados para los sprinters en pasto y arena, ganando en Palermo el Maipú (G1) y luego en San Isidro el Félix De Alzaga Unzúe (G1) a mediados de diciembre.
Regresó en marzo con un sólido éxito en el Irlanda (G3) y nuevamente con Brian Enrique en la conducción, el defensor del stud Kirby?s se lució con una faena aplastante.
La disputa duró hasta los 800 metros de la recta, pues en los últimos 200 decisivos Luthier Blues fue categórico para, con un sólido tranco, inclinar la balanza a su favor con pasmosa facilidad.
Con holgura, sin ser exigido a fondo y respondiendo a cabalidad a su condición de favorito de la afición, el pupilo de Gustavo Sarno sentenció seis cuerpos de ventaja a su favor por sobre Sin Cambio (Sidney´s Candy), relegando a Lorenzo Rye (Catcher in the Rye) al tercer lugar, terminando por delante de Storm Dynamico (Dynamix), titular del G.P. Ciudad de Buenos Aires (G1) la temporada pasada y que no pudo retener el título.
Con 16 actuaciones oficiales, Luthier Blues llegó al undécimo éxito de su campaña, tal como lo vitoreó el relator en los metros decisivos, siendo su séptima conquista clásica, superando los ARS $18 millones en ganancias.
El zaino de cuatro años es el más destacado entre los 52 descendientes ganadores del padrillo argentino Le Blues (Roman Ruler), con apenas tres generaciones en edad de correr, siendo uno de los ocho ganadores clásicos que lucen en su producción, donde es el único que luce triunfos de máxima jerarquía.
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