San Isidro con una jornada fuera de lo común
Ocho días después de reabrir el hipódromo para la competencia, tras casi siete meses sin poder hacerlo por la suspensión de las carreras por la pandemia, San Isidro vivió un sábado de superacción, con tres clásicos en continuado. Village King, Don Ringo, Elogiado y Carlos Daniel Etchechoury, entrenador de los dos primeros y de otros cuatro vencedores en la tarde, fueron las estrellas del día.
A casi tres años de conquistar el Gran Premio Jockey Club (segundo paso de la Triple Corona argentina) y tras correr y ganar un clásico en Estados Unidos, Village King regresó venciendo por ocho cuerpos en el Clásico Progreso (G3), sobre 2400 metros. Toda una hazaña, con nuevo jinete: Brian Enrique.El regreso triunfal de VILLAGE KING
A diferencia de como fue en su campaña en el país siendo potrillo, el caballo del stud Haras El Ángel de Venecia volvió con mayor velocidad y se impuso por primera vez de punta a punta en un hipódromo argentino. Un ejemplar nacional ganador clásico en las pistas norteamericanas no vencía en su reaparición en el país desde 1999, cuando Refinado Tom-el crack malcriado que ganó la Triple Corona, comía chocolates, pudo tener sólo tres crías y fué clonado-se adjudicó el Benito Villanueva (G2). Desde entonces, hubo quienes fueron y volvieron sin éxito, como Asidero y Chuck Berry, y casos como los de Ordak Dan y Keane, que no lograron ganar fuera de casa pero sí al volver.La exhibición fue notable. Tras superar una operación en las dos manos y sin correr desde mayo de 2019 (en Belmont Park), Village King se lució en el inicio del camino que lleva al Gran Premio Carlos Pellegrini (G1).DON RINGO, El representante de la caballeriza San Benito, que había salido de perdedor previamente a la pandemia, regresó ganando el Clásico Ensayo (G) en los 1800 metros de césped, de atropellada y por dos cuerpos. Fue el segundo año seguido en que venció en la antesala del Jockey Club un potrillo de ese stud, con Fabricio Barroso en las riendas. Esta vez, eso sí, en una temporada tan atípica y de tan poca actividad, su escolta fue el aún perdedor Sólo Candombe, que únicamente corrió en clásicos.
Entre una y otra carreras de jerarquía, otro experimentado dejó su huella en un cotejo de grado: ELOGIADO. A los 7 años, el campeón velocista de 2018 volvió a la actividad en manos de Marcos Roberti y con un debutante también en su montura, Octavio Arias.
Prevaleció en un final de cuatro caballos separados por medio cuerpo, con el pescuezo delante de Shamgar en el Cyllene (G2), y con Hosarsiph Joy tercero a la misma diferencia y Sanson Greeley en el cuarto puesto, a medio pescuezo del anterior. Lleva 16 primeros puestos, once de ellos, clásicos, el ahora entrenado en Gualeguaychú.
A casi tres años de conquistar el Gran Premio Jockey Club (segundo paso de la Triple Corona argentina) y tras correr y ganar un clásico en Estados Unidos, Village King regresó venciendo por ocho cuerpos en el Clásico Progreso (G3), sobre 2400 metros. Toda una hazaña, con nuevo jinete: Brian Enrique.
A diferencia de como fue en su campaña en el país siendo potrillo, el caballo del stud Haras El Ángel de Venecia volvió con mayor velocidad y se impuso por primera vez de punta a punta en un hipódromo argentino. Un ejemplar nacional ganador clásico en las pistas norteamericanas no vencía en su reaparición en el país desde 1999, cuando Refinado Tom-el crack malcriado que ganó la Triple Corona, comía chocolates, pudo tener sólo tres crías y fué clonado-se adjudicó el Benito Villanueva (G2). Desde entonces, hubo quienes fueron y volvieron sin éxito, como Asidero y Chuck Berry, y casos como los de Ordak Dan y Keane, que no lograron ganar fuera de casa pero sí al volver.
La exhibición fue notable. Tras superar una operación en las dos manos y sin correr desde mayo de 2019 (en Belmont Park), Village King se lució en el inicio del camino que lleva al Gran Premio Carlos Pellegrini (G1).
Entre una y otra carreras de jerarquía, otro experimentado dejó su huella en un cotejo de grado: ELOGIADO. A los 7 años, el campeón velocista de 2018 volvió a la actividad en manos de Marcos Roberti y con un debutante también en su montura, Octavio Arias.
Prevaleció en un final de cuatro caballos separados por medio cuerpo, con el pescuezo delante de Shamgar en el Cyllene (G2), y con Hosarsiph Joy tercero a la misma diferencia y Sanson Greeley en el cuarto puesto, a medio pescuezo del anterior. Lleva 16 primeros puestos, once de ellos, clásicos, el ahora entrenado en Gualeguaychú.
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