EL HIPODROMO DE LA PLATA Y OTRA JORNADA SUSPENDIDALas carreras se corren en la pista, pero en el hipódromo de La Plata parece que se han trasladado a las redes sociales. Escenario de caja política, al pertenecer al Estado y rotar autoridades ajenas a la actividad sin mucho tacto para las acciones, y con décadas de deterioro casi ininterrumpidas, este martes volvió a ser protagonista de otra fecha cancelada, con los caballos expuestos a casi 40 grados. Increíble, pero real.
Una semana atrás, en medio de la jornada, un suspenso cobró presencia por el reclamo de un sector de la actividad, otra vez enfocado en "las malas condiciones del hipódromo, incluyendo el cuarto de jockeys, los atrasos en los pagos y una larga lista de cosas". Tras ello, la reunión continuó con bastante retraso hasta completarse y, según jinetes y entrenadores, acordaron retomar ciertos cuidados básicos, al menos, como para no poner en riesgo, todavía más, a los principales actores de la actividad, los caballos, y por ende a quienes trabajan con ellos.
Lo que siguió a ello fue un anuncio informal sin firma de nadie que fue viralizado por un sector, que no se siente representado por los silenciosos gremios platenses, anticipando que el martes no iban a correrse las carreras porque "habían incumplido con lo conversado". Desde la Administración del hipódromo le dieron entidad a ese mensaje, como si se vieran tocados por la repercusión y aceptando que están en falta, e iniciaron una atípica secuencia de posteos en las redes donde anunciaban que "ante las versiones que circulan y a los fines de seguir avanzando en la mejora" asumían el compromiso del 4 de enero. Claro está, solamente desde que apareció esa advertencia de medida de fuerza.
El diálogo cortado mutó en mensajes por elevación y videos para mostrar las falencias y "acciones". De un lado, por ejemplo, las empalizadas atándose con alambres y la arena volando en medio de una sesión de entrenamientos como si fuera el Sahara. Del otro, como si se trata de un gran logro, camiones regando la pista principal, algo básico, rutinario y de lo que ningún hipódromo se vanagloria en el mundo por tratarse del ABC del mantenimiento.
En medio de eso, se anunció que todas las pistas se cerraban en la mañana del martes para los entrenamientos, sumando más nafta al fuego, y que iban a pagarse comisiones y premios atrasados, entre ellos los de los grandes premios del 19 de noviembre, que recientemente se confirmaron tras la llegada desde Francia de los resultados de los análisis.
La primera prueba de este segundo martes del año estaba prevista para las 14.30, sin ningún cotejo de jerarquía porque la Comisión de Carreras lo había anulado al momento de las ratificaciones. Antes del mediodía, en el Bosque se comenzó con la transmisión habitual, subrayando los pozos asegurados en pantalla. Luego, la música de Los Auténticos Decadentes y los Ratones Paranoicos, con "Quisiera que esto dure para siempre", paradójicamente, para transitar la espera.
Al final, tras más de una hora de espera, la cruda realidad de la cancelación, de la que mucha gente se vio afectada al no estar enterada de la situación. Sobre todo, porque la vida real no pasa por las redes sociales y en La Plata todo parece ser el cuento de la buena pipa.
Las carreras se corren en la pista, pero en el hipódromo de La Plata parece que se han trasladado a las redes sociales. Escenario de caja política, al pertenecer al Estado y rotar autoridades ajenas a la actividad sin mucho tacto para las acciones, y con décadas de deterioro casi ininterrumpidas, este martes volvió a ser protagonista de otra fecha cancelada, con los caballos expuestos a casi 40 grados. Increíble, pero real.
Una semana atrás, en medio de la jornada, un suspenso cobró presencia por el reclamo de un sector de la actividad, otra vez enfocado en "las malas condiciones del hipódromo, incluyendo el cuarto de jockeys, los atrasos en los pagos y una larga lista de cosas". Tras ello, la reunión continuó con bastante retraso hasta completarse y, según jinetes y entrenadores, acordaron retomar ciertos cuidados básicos, al menos, como para no poner en riesgo, todavía más, a los principales actores de la actividad, los caballos, y por ende a quienes trabajan con ellos.
Lo que siguió a ello fue un anuncio informal sin firma de nadie que fue viralizado por un sector, que no se siente representado por los silenciosos gremios platenses, anticipando que el martes no iban a correrse las carreras porque "habían incumplido con lo conversado". Desde la Administración del hipódromo le dieron entidad a ese mensaje, como si se vieran tocados por la repercusión y aceptando que están en falta, e iniciaron una atípica secuencia de posteos en las redes donde anunciaban que "ante las versiones que circulan y a los fines de seguir avanzando en la mejora" asumían el compromiso del 4 de enero. Claro está, solamente desde que apareció esa advertencia de medida de fuerza.
El diálogo cortado mutó en mensajes por elevación y videos para mostrar las falencias y "acciones". De un lado, por ejemplo, las empalizadas atándose con alambres y la arena volando en medio de una sesión de entrenamientos como si fuera el Sahara. Del otro, como si se trata de un gran logro, camiones regando la pista principal, algo básico, rutinario y de lo que ningún hipódromo se vanagloria en el mundo por tratarse del ABC del mantenimiento.
En medio de eso, se anunció que todas las pistas se cerraban en la mañana del martes para los entrenamientos, sumando más nafta al fuego, y que iban a pagarse comisiones y premios atrasados, entre ellos los de los grandes premios del 19 de noviembre, que recientemente se confirmaron tras la llegada desde Francia de los resultados de los análisis.
La primera prueba de este segundo martes del año estaba prevista para las 14.30, sin ningún cotejo de jerarquía porque la Comisión de Carreras lo había anulado al momento de las ratificaciones. Antes del mediodía, en el Bosque se comenzó con la transmisión habitual, subrayando los pozos asegurados en pantalla. Luego, la música de Los Auténticos Decadentes y los Ratones Paranoicos, con "Quisiera que esto dure para siempre", paradójicamente, para transitar la espera.
Al final, tras más de una hora de espera, la cruda realidad de la cancelación, de la que mucha gente se vio afectada al no estar enterada de la situación. Sobre todo, porque la vida real no pasa por las redes sociales y en La Plata todo parece ser el cuento de la buena pipa.
Una semana atrás, en medio de la jornada, un suspenso cobró presencia por el reclamo de un sector de la actividad, otra vez enfocado en "las malas condiciones del hipódromo, incluyendo el cuarto de jockeys, los atrasos en los pagos y una larga lista de cosas". Tras ello, la reunión continuó con bastante retraso hasta completarse y, según jinetes y entrenadores, acordaron retomar ciertos cuidados básicos, al menos, como para no poner en riesgo, todavía más, a los principales actores de la actividad, los caballos, y por ende a quienes trabajan con ellos.
Lo que siguió a ello fue un anuncio informal sin firma de nadie que fue viralizado por un sector, que no se siente representado por los silenciosos gremios platenses, anticipando que el martes no iban a correrse las carreras porque "habían incumplido con lo conversado". Desde la Administración del hipódromo le dieron entidad a ese mensaje, como si se vieran tocados por la repercusión y aceptando que están en falta, e iniciaron una atípica secuencia de posteos en las redes donde anunciaban que "ante las versiones que circulan y a los fines de seguir avanzando en la mejora" asumían el compromiso del 4 de enero. Claro está, solamente desde que apareció esa advertencia de medida de fuerza.
El diálogo cortado mutó en mensajes por elevación y videos para mostrar las falencias y "acciones". De un lado, por ejemplo, las empalizadas atándose con alambres y la arena volando en medio de una sesión de entrenamientos como si fuera el Sahara. Del otro, como si se trata de un gran logro, camiones regando la pista principal, algo básico, rutinario y de lo que ningún hipódromo se vanagloria en el mundo por tratarse del ABC del mantenimiento.
En medio de eso, se anunció que todas las pistas se cerraban en la mañana del martes para los entrenamientos, sumando más nafta al fuego, y que iban a pagarse comisiones y premios atrasados, entre ellos los de los grandes premios del 19 de noviembre, que recientemente se confirmaron tras la llegada desde Francia de los resultados de los análisis.
La primera prueba de este segundo martes del año estaba prevista para las 14.30, sin ningún cotejo de jerarquía porque la Comisión de Carreras lo había anulado al momento de las ratificaciones. Antes del mediodía, en el Bosque se comenzó con la transmisión habitual, subrayando los pozos asegurados en pantalla. Luego, la música de Los Auténticos Decadentes y los Ratones Paranoicos, con "Quisiera que esto dure para siempre", paradójicamente, para transitar la espera.
Al final, tras más de una hora de espera, la cruda realidad de la cancelación, de la que mucha gente se vio afectada al no estar enterada de la situación. Sobre todo, porque la vida real no pasa por las redes sociales y en La Plata todo parece ser el cuento de la buena pipa.
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