ANTES Y DESPUES gana el CLASICO ANIBAL ETCHART
De las ocho yeguas que participaron en el Clásico Aníbal Etchart -faltó a la cita My Dear Dream (Unbridle´s Dream)-, Antes y Después (Angiolo) era la que aportaba uno de los mejores antecedentes. Y la velocista de Los Capricornianos terminó imponiéndose en el cotejo que cambió de nombre -se llamaba Clásico Enero hasta 2011- para homenajear a una de las fustas más importantes del turf argentino recientemente desaparecido.
En efecto, ese undécimo puesto a poco más de seis cuerpos de Luthier Blues (Le Blues) en el Gran Premio Félix de Álzaga Unzué (G1) terminó siendo para la pupila de Fabio Cacciabue el vehículo a su segunda victoria de jerarquía, y la tercera sobre el césped de San Isidro, sin dudas su superficie predilecta, en el cotejo central disputado este viernes en el escenario sanisidrense.
La candidata de esta página se entendió de maravilla con Maximiliano Aserito Rodríguez, el jinete que la condujo por primera vez, pero que pareció conocerla de toda la vida. "Fabio me dijo que la yegua andaba bien y no se equivocó. Me pidió que aprovechara su atropellada de 300 metros, que es muy fuerte, y así fue. Le agradezco a él y también a Damián, quien me dijo que la corriera con confianza que la yegua iba a ganar", aseguró el látigo uruguayo, que reemplazó a Ramella, quien está disfrutando de sus vacaciones.
En carrera, Antes y Después se movió a la expectativa, con Aserito muy atento a lo que hacía adelante su colega Eduardo Ortega Pavón con la puntera Princesa Lake (Anjiz Lake), la que a la manera de sus mejores tiempos salió cortada adelante y amenazó con venirse de un viaje. La favorita Mascota Virtual (Sidney´s Candy) y Carameliza (Le Blues) se turnaron en la persecución de la vanguardista.
Cuando pisaron los 300 pareció que iba a resultar muy difícil darle alcance a la de adelante, pero a todo esto Antes y Después ya había iniciado su carga y en cuando se insinuó por afuera de todas se la notó ganadora.
La impresión no falló, la alazana pasó de largo en los 200 finales, aprovechando ese rush que es su arma letal, estiró ventajas y arribó al disco con tres cuerpos y medio sobre Princesa Lake que, por tres cuartos de cuerpo, aguantó la posición de escolta ante la atropellada de City Attend (Cityscape). El reloj Longines se detuvo en 55s78/100.
De esa forma, Antes y Después volvió a festejar un triunfo jerárquico sobre el césped de San Isidro, experiencia que la criada por el haras El Paraíso no vivía desde el 12 de diciembre de 2020. A propósito de las evidentes condiciones de su pupila, Cacciabue seguró: "Es una yegua buena pero que ha tenido sus problemas. Para esta carrera estaba muy bien y por suerte lo pudo plasmar en la cancha. Y Maximiliano, quien me está montando todos los días, es buen jockey y tiene excelente opinión, la corrió como si la conociera a pesar de que en carrera no la había montado nunca".
La entrega de premios del Clásico Aníbal Etchart tuvo un alto contenido emotivo, ya que estuvieron presentes Elvira Parra, viuda del recordado "Brazo Fuerte", su nieta y demás familiares de quien dejó una huella imborrable en el turf nacional.
De las ocho yeguas que participaron en el Clásico Aníbal Etchart -faltó a la cita My Dear Dream (Unbridle´s Dream)-, Antes y Después (Angiolo) era la que aportaba uno de los mejores antecedentes. Y la velocista de Los Capricornianos terminó imponiéndose en el cotejo que cambió de nombre -se llamaba Clásico Enero hasta 2011- para homenajear a una de las fustas más importantes del turf argentino recientemente desaparecido.
En efecto, ese undécimo puesto a poco más de seis cuerpos de Luthier Blues (Le Blues) en el Gran Premio Félix de Álzaga Unzué (G1) terminó siendo para la pupila de Fabio Cacciabue el vehículo a su segunda victoria de jerarquía, y la tercera sobre el césped de San Isidro, sin dudas su superficie predilecta, en el cotejo central disputado este viernes en el escenario sanisidrense.
La candidata de esta página se entendió de maravilla con Maximiliano Aserito Rodríguez, el jinete que la condujo por primera vez, pero que pareció conocerla de toda la vida. "Fabio me dijo que la yegua andaba bien y no se equivocó. Me pidió que aprovechara su atropellada de 300 metros, que es muy fuerte, y así fue. Le agradezco a él y también a Damián, quien me dijo que la corriera con confianza que la yegua iba a ganar", aseguró el látigo uruguayo, que reemplazó a Ramella, quien está disfrutando de sus vacaciones.
En carrera, Antes y Después se movió a la expectativa, con Aserito muy atento a lo que hacía adelante su colega Eduardo Ortega Pavón con la puntera Princesa Lake (Anjiz Lake), la que a la manera de sus mejores tiempos salió cortada adelante y amenazó con venirse de un viaje. La favorita Mascota Virtual (Sidney´s Candy) y Carameliza (Le Blues) se turnaron en la persecución de la vanguardista.
Cuando pisaron los 300 pareció que iba a resultar muy difícil darle alcance a la de adelante, pero a todo esto Antes y Después ya había iniciado su carga y en cuando se insinuó por afuera de todas se la notó ganadora.
La impresión no falló, la alazana pasó de largo en los 200 finales, aprovechando ese rush que es su arma letal, estiró ventajas y arribó al disco con tres cuerpos y medio sobre Princesa Lake que, por tres cuartos de cuerpo, aguantó la posición de escolta ante la atropellada de City Attend (Cityscape). El reloj Longines se detuvo en 55s78/100.
De esa forma, Antes y Después volvió a festejar un triunfo jerárquico sobre el césped de San Isidro, experiencia que la criada por el haras El Paraíso no vivía desde el 12 de diciembre de 2020. A propósito de las evidentes condiciones de su pupila, Cacciabue seguró: "Es una yegua buena pero que ha tenido sus problemas. Para esta carrera estaba muy bien y por suerte lo pudo plasmar en la cancha. Y Maximiliano, quien me está montando todos los días, es buen jockey y tiene excelente opinión, la corrió como si la conociera a pesar de que en carrera no la había montado nunca".
La entrega de premios del Clásico Aníbal Etchart tuvo un alto contenido emotivo, ya que estuvieron presentes Elvira Parra, viuda del recordado "Brazo Fuerte", su nieta y demás familiares de quien dejó una huella imborrable en el turf nacional.
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