GOT FAITH de punta a punta
Suele pasar en muchas de las carreras que se corren en los principales hipódromos que las competencias que parecen más sencillas de resolver se convierten en las más complicadas. Algo de eso sucedió este lunes con el Clásico Asociación Cooperativa de Criadores SPC Ltda. (L), el cotejo central del Hipódromo Argentino de Palermo.
La prueba parecía hecha a imagen y semejanza de Got Faith (Orpen), en definitiva la ganadora, por el hecho de que en su primera presentación de jerarquía la representante del stud R.M., titular de dos victorias, se medía frente a dos ganadoras de una como Furiosa Deccana (Furious Key) y Sale Boss (Holy Boss) y ante las perdedoras Eras Otra (Manipulator) y La Mosquita Muerta (Falling Sky).
Pero a la hora de la verdad, más exactamente en el momento de la largada, le surgió un rival más a la potranca entrenada por Nicolás Martín Ferro y presentada por su padre Enrique: su nerviosismo. La zaina dio claras señales de indocilidad adentro de su partidor, incluso amenazando con tirarse de cabeza al piso, lo cual finalmente no sucedió por la pericia de su jockey, Juan Noriega, y también por los auxiliares de gateras que lograron que largara sin problemas cuando el starter les dejó el camino libre.
De todas maneras, la tarea de Noriega de tranquilizar a su conducida no terminó ahí en el estreno clásico de la criada por Abolengo. Porque el látigo cordobés tuvo que ir serenándola de manera progresiva a lo largo del desarrollo y con el objetivo de evitar un desgaste prematuro de una potranca que, igualmente y según el registro del reloj oficial, corrió adelante con parciales intensos.
La muñeca del cordobés de todos modos mantuvo a raya las energías de Got Faith y evitó que su conducida se disparara al frente con un ritmo alocado y difícil de controlar. Y por eso la vanguardista ingresó a la recta final de césped con un par de cuerpos de ventaja y controlando la situación.
En el último tramo de la carrera la única capaz de ilusionarse con darle caza a la favorita era Furiosa Deccana; Noriega advirtió esa posibilidad y por eso y mirando por encima de su hombro derecho controló el avance de su oponente. Mientras tanto, con la fusta en la mano derecha, le fue dando unos chirlos en la paleta de manera pausada y con el fin de que su yegua no se relajara.
Y no sólo que no se relajó Got Faith, sino que siguió con su ritmo, el cual le permitió alcanzar su primera victoria jerárquica y la tercera consecutiva de su campaña con dos cuerpos de diferencia sobre su escolta y registrando un buen tiempo final de 1m21s51/100 para los 1400 metros de la grama metropolitana.
Con algo de suspenso, Goth Faith cumplió con el trámite de convertirse en ganadora clásica y de ahora en más seguramente asuma mayores desafíos para evaluar en qué punto se halla en cuanto a su capacidad.
Suele pasar en muchas de las carreras que se corren en los principales hipódromos que las competencias que parecen más sencillas de resolver se convierten en las más complicadas. Algo de eso sucedió este lunes con el Clásico Asociación Cooperativa de Criadores SPC Ltda. (L), el cotejo central del Hipódromo Argentino de Palermo.
La prueba parecía hecha a imagen y semejanza de Got Faith (Orpen), en definitiva la ganadora, por el hecho de que en su primera presentación de jerarquía la representante del stud R.M., titular de dos victorias, se medía frente a dos ganadoras de una como Furiosa Deccana (Furious Key) y Sale Boss (Holy Boss) y ante las perdedoras Eras Otra (Manipulator) y La Mosquita Muerta (Falling Sky).
Pero a la hora de la verdad, más exactamente en el momento de la largada, le surgió un rival más a la potranca entrenada por Nicolás Martín Ferro y presentada por su padre Enrique: su nerviosismo. La zaina dio claras señales de indocilidad adentro de su partidor, incluso amenazando con tirarse de cabeza al piso, lo cual finalmente no sucedió por la pericia de su jockey, Juan Noriega, y también por los auxiliares de gateras que lograron que largara sin problemas cuando el starter les dejó el camino libre.
De todas maneras, la tarea de Noriega de tranquilizar a su conducida no terminó ahí en el estreno clásico de la criada por Abolengo. Porque el látigo cordobés tuvo que ir serenándola de manera progresiva a lo largo del desarrollo y con el objetivo de evitar un desgaste prematuro de una potranca que, igualmente y según el registro del reloj oficial, corrió adelante con parciales intensos.
La muñeca del cordobés de todos modos mantuvo a raya las energías de Got Faith y evitó que su conducida se disparara al frente con un ritmo alocado y difícil de controlar. Y por eso la vanguardista ingresó a la recta final de césped con un par de cuerpos de ventaja y controlando la situación.
En el último tramo de la carrera la única capaz de ilusionarse con darle caza a la favorita era Furiosa Deccana; Noriega advirtió esa posibilidad y por eso y mirando por encima de su hombro derecho controló el avance de su oponente. Mientras tanto, con la fusta en la mano derecha, le fue dando unos chirlos en la paleta de manera pausada y con el fin de que su yegua no se relajara.
Y no sólo que no se relajó Got Faith, sino que siguió con su ritmo, el cual le permitió alcanzar su primera victoria jerárquica y la tercera consecutiva de su campaña con dos cuerpos de diferencia sobre su escolta y registrando un buen tiempo final de 1m21s51/100 para los 1400 metros de la grama metropolitana.
Con algo de suspenso, Goth Faith cumplió con el trámite de convertirse en ganadora clásica y de ahora en más seguramente asuma mayores desafíos para evaluar en qué punto se halla en cuanto a su capacidad.
La prueba parecía hecha a imagen y semejanza de Got Faith (Orpen), en definitiva la ganadora, por el hecho de que en su primera presentación de jerarquía la representante del stud R.M., titular de dos victorias, se medía frente a dos ganadoras de una como Furiosa Deccana (Furious Key) y Sale Boss (Holy Boss) y ante las perdedoras Eras Otra (Manipulator) y La Mosquita Muerta (Falling Sky).
Pero a la hora de la verdad, más exactamente en el momento de la largada, le surgió un rival más a la potranca entrenada por Nicolás Martín Ferro y presentada por su padre Enrique: su nerviosismo. La zaina dio claras señales de indocilidad adentro de su partidor, incluso amenazando con tirarse de cabeza al piso, lo cual finalmente no sucedió por la pericia de su jockey, Juan Noriega, y también por los auxiliares de gateras que lograron que largara sin problemas cuando el starter les dejó el camino libre.
De todas maneras, la tarea de Noriega de tranquilizar a su conducida no terminó ahí en el estreno clásico de la criada por Abolengo. Porque el látigo cordobés tuvo que ir serenándola de manera progresiva a lo largo del desarrollo y con el objetivo de evitar un desgaste prematuro de una potranca que, igualmente y según el registro del reloj oficial, corrió adelante con parciales intensos.
La muñeca del cordobés de todos modos mantuvo a raya las energías de Got Faith y evitó que su conducida se disparara al frente con un ritmo alocado y difícil de controlar. Y por eso la vanguardista ingresó a la recta final de césped con un par de cuerpos de ventaja y controlando la situación.
En el último tramo de la carrera la única capaz de ilusionarse con darle caza a la favorita era Furiosa Deccana; Noriega advirtió esa posibilidad y por eso y mirando por encima de su hombro derecho controló el avance de su oponente. Mientras tanto, con la fusta en la mano derecha, le fue dando unos chirlos en la paleta de manera pausada y con el fin de que su yegua no se relajara.
Y no sólo que no se relajó Got Faith, sino que siguió con su ritmo, el cual le permitió alcanzar su primera victoria jerárquica y la tercera consecutiva de su campaña con dos cuerpos de diferencia sobre su escolta y registrando un buen tiempo final de 1m21s51/100 para los 1400 metros de la grama metropolitana.
Con algo de suspenso, Goth Faith cumplió con el trámite de convertirse en ganadora clásica y de ahora en más seguramente asuma mayores desafíos para evaluar en qué punto se halla en cuanto a su capacidad.
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