SCOTCH AND SODA gana en el escritorio
No tendrán el tradicional testimonio fotográfico de la victoria en el stud El Gran Robert, pero su caballo Scotch and Soda (Luhuk) fue el ganador del Especial Brillantito, este martes en los 1400 metros de La Plata. La desprolijidad, ya repetida en ese hipódromo, fue porque la bandera amarilla tardó tanto en visualizarse que cuando se izó ya se había sacado la foto Equal Ilusion (Equal Stripes) con su equipo, sin algarabía. A esa altura, los que habían jugado al gran favorito todavía se miraban entre sí con cierta incredulidad. Pasaron unos minutos más hasta que se informó el reclamo y los jueces ordenaron la situación.
En la cancha, tras luchar toda la recta final después de que Scotch and Soda se filtrara por adentro al final de la curva, los separó tres cuartos de cuerpo, aunque con una imagen poco habitual para ese desenlace: el escolta en la pista cruzó contenido, con su jinete casi sentado. Segundos después, Iván Monasterolo desestribó. Atrás habían quedado los roces, que terminaron resultando la referencia en la que se apoyaron en el Comisariato para el posterior fallo y el nuevo distanciamiento del nieto materno de Roman Ruler.
De esa circunstancia, de todos modos, no se pudieron servir los de atrás: Akan (Easing Along), el más pesado del lote, atropelló desde la retaguardia para quedarse con el tercer lugar, ganando el duelo por esa posición por media cabeza sobre Roman Julius (Roman Ruler), al anca del escolta. Ni ellos ni Sabbioni (Easing Along), que no consiguió prosperar en el desarrollo, ni Estar Mejor (Manipulator), que perdió acción desde los 800 para terminar en el fondo.
De inicio a fin, la cita tuvo apenas dos protagonistas. Equal Ilusion fue adelante y en sus riendas, William Pereyra intentó fabricar un trámite a gusto. Monasterolo se puso a marcarlo de cerca, supo enseguida que dejarle los palos iba a ser un problema. También lo fue después, cuando en la batalla cabeza a cabeza el líder comenzó a irse encima del preferido por la mayoría e Iván ya se dedicó más a evitar caerse o ser apretado contra la empalizada que a exigir a su caballo. Lo que siguió a ello ya es conocido.
Criado por el haras La Quebrada y con actuaciones exclusivamente en el Bosque, Scotch and Soda se anotó su quinta conquista, la segunda seguida desde que reprisó tras siete meses, y la primera fuera de lo común, en una campaña de once capítulos donde nunca quedó detrás del cuarto puesto. Además, para dar muestras de su ductilidad, luce éxitos desde los 1100 metros, distancia de su debut triunfal en abril de 2019, a los dos kilómetros, tiro en el que finalizó compitiendo en 2020.
Monasterolo llegó a su montura por primera vez, cargando dos kilos más que Equal Ilusion por la escala de pesos por cantidad de triunfos acumulados. Y por su compromiso con La Frontera, Pereyra volvió a dejarlo para montar otra vez al que venía de ser también distanciado aquella tarde de comienzos de mes en el barro, aunque tras terminar lejos del vencedor y en perjuicio de Roman Julius. El que entrena Isidoro San Millán y presentó Hugo Azcurra no hace más que llevarles dolores de cabeza. Y esta vez le costó el primer puesto.
En la cancha, tras luchar toda la recta final después de que Scotch and Soda se filtrara por adentro al final de la curva, los separó tres cuartos de cuerpo, aunque con una imagen poco habitual para ese desenlace: el escolta en la pista cruzó contenido, con su jinete casi sentado. Segundos después, Iván Monasterolo desestribó. Atrás habían quedado los roces, que terminaron resultando la referencia en la que se apoyaron en el Comisariato para el posterior fallo y el nuevo distanciamiento del nieto materno de Roman Ruler.
De esa circunstancia, de todos modos, no se pudieron servir los de atrás: Akan (Easing Along), el más pesado del lote, atropelló desde la retaguardia para quedarse con el tercer lugar, ganando el duelo por esa posición por media cabeza sobre Roman Julius (Roman Ruler), al anca del escolta. Ni ellos ni Sabbioni (Easing Along), que no consiguió prosperar en el desarrollo, ni Estar Mejor (Manipulator), que perdió acción desde los 800 para terminar en el fondo.
De inicio a fin, la cita tuvo apenas dos protagonistas. Equal Ilusion fue adelante y en sus riendas, William Pereyra intentó fabricar un trámite a gusto. Monasterolo se puso a marcarlo de cerca, supo enseguida que dejarle los palos iba a ser un problema. También lo fue después, cuando en la batalla cabeza a cabeza el líder comenzó a irse encima del preferido por la mayoría e Iván ya se dedicó más a evitar caerse o ser apretado contra la empalizada que a exigir a su caballo. Lo que siguió a ello ya es conocido.
Criado por el haras La Quebrada y con actuaciones exclusivamente en el Bosque, Scotch and Soda se anotó su quinta conquista, la segunda seguida desde que reprisó tras siete meses, y la primera fuera de lo común, en una campaña de once capítulos donde nunca quedó detrás del cuarto puesto. Además, para dar muestras de su ductilidad, luce éxitos desde los 1100 metros, distancia de su debut triunfal en abril de 2019, a los dos kilómetros, tiro en el que finalizó compitiendo en 2020.
Monasterolo llegó a su montura por primera vez, cargando dos kilos más que Equal Ilusion por la escala de pesos por cantidad de triunfos acumulados. Y por su compromiso con La Frontera, Pereyra volvió a dejarlo para montar otra vez al que venía de ser también distanciado aquella tarde de comienzos de mes en el barro, aunque tras terminar lejos del vencedor y en perjuicio de Roman Julius. El que entrena Isidoro San Millán y presentó Hugo Azcurra no hace más que llevarles dolores de cabeza. Y esta vez le costó el primer puesto.
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