CLARA DANGER fue contundente
Luciendo la misma contundencia que había mostrado en más de una ocasión y que la había llevado a ser una de las velocistas jóvenes más importantes de su generación, Clara Danger (Claro Oscuro) recuperó el protagonismo al adjudicarse por un cuerpo y medio el Clásico Venezuela (G2- 1000 metros), prueba central del primer día de noviembre en el Hipódromo Argentino de Palermo.
En su presentación anterior, en el Clásico México (G3), la alazana había dejado varias caras largas, sobre todo en su entorno debido a esa llegada a 15 cuerpos Force Majeure en el primer enfrentamiento de la pupila de Luis Gaitán con las yeguas adultas. Esa tarde, la criada por La Tutina sufrió una mala largada producto de un encierro y debido a un trastorno físico fue desmontada por su jockey después de cruzar el disco. Muy lejos estuvo esa vez de parecerse a la misma potranca que había ganado los clásicos Carlos Casares (G3) y Saturnino J. Unzué (G2) y había obtenido marcadores rentados en otros cotejos del proceso selectivo.
Seguramente, muchos la habrán dejado de lado en el estudio previo en esta ocasión y optaron por otras yeguas, pero no así su entorno porque sabía que aquella performance había sido la combinación de una tarde en la que la suerte y la salud no la acompañaron.
Para ponerle una cuota de suspenso a esa presentación que su gente estaba esperando, a último momento y por la fractura del cúbito del brazo derecho de Gerónimo García, el jockey que iba a dirigirla originalmente, Clara Danger salió a la pista con un piloto que no la había conducido nunca: Iván Monasterolo. Afortunadamente y en carrera, la nieta materna de El Corredor le demostró que a la hora de correr no tiene muchos secretos.
Advertido del formidable pique inicial de su conducida, Monasterolo soltó adelante con la sprinter y lo único por lo que se preocupó fue por regular sus energías, las que en los primeros metros suelen ser muy difíciles de manejar. Mientras la del stud Tomy y Fran daba rienda suelta a su vocación de puntera, a su flanco interno Elcisa (Angiolo) intentaba seguirle los pasos.
Pero no hubo caso. En los últimos metros de la prueba Clara Danger se desprendió, estiró diferencias y arribó a su tercera conquista gradual empleando 56s5/100 para el kilómetro. Ante una ganadora tan contundente, la emoción se mudó al puesto de escolta que se resolvió mediante la bandera verde y en favor de Che Maga (Violence) que, fiel a su costumbre, descontó con fuerza en el final pero sin comprometer a la ganadora, aunque sí para asegurarse el segundo puesto un hocico por delante de La Hilary (Grand Reward).
De esta manera, con la fórmula que mejores resultados le ha dado y hasta con un jockey desconocido, Clara Dancer ratificó su perfil de potranca ligera e hizo suspirar aliviados a los suyos. Tras debutar ganando sobre su montura, Monasterolo manifestó: "Es una potranca muy ligera, cuyo mayor virtud está en su largada. Lo único que hice es tratar de regular su velocidad y por suerte ganó muy bien". Media hora después, el jinete sufrió traumatismos en una pierna y un brazo al caer en una largada y fue derivado a un sanatorio para su más amplia evaluación.
Luciendo la misma contundencia que había mostrado en más de una ocasión y que la había llevado a ser una de las velocistas jóvenes más importantes de su generación, Clara Danger (Claro Oscuro) recuperó el protagonismo al adjudicarse por un cuerpo y medio el Clásico Venezuela (G2- 1000 metros), prueba central del primer día de noviembre en el Hipódromo Argentino de Palermo.
En su presentación anterior, en el Clásico México (G3), la alazana había dejado varias caras largas, sobre todo en su entorno debido a esa llegada a 15 cuerpos Force Majeure en el primer enfrentamiento de la pupila de Luis Gaitán con las yeguas adultas. Esa tarde, la criada por La Tutina sufrió una mala largada producto de un encierro y debido a un trastorno físico fue desmontada por su jockey después de cruzar el disco. Muy lejos estuvo esa vez de parecerse a la misma potranca que había ganado los clásicos Carlos Casares (G3) y Saturnino J. Unzué (G2) y había obtenido marcadores rentados en otros cotejos del proceso selectivo.
Seguramente, muchos la habrán dejado de lado en el estudio previo en esta ocasión y optaron por otras yeguas, pero no así su entorno porque sabía que aquella performance había sido la combinación de una tarde en la que la suerte y la salud no la acompañaron.
Para ponerle una cuota de suspenso a esa presentación que su gente estaba esperando, a último momento y por la fractura del cúbito del brazo derecho de Gerónimo García, el jockey que iba a dirigirla originalmente, Clara Danger salió a la pista con un piloto que no la había conducido nunca: Iván Monasterolo. Afortunadamente y en carrera, la nieta materna de El Corredor le demostró que a la hora de correr no tiene muchos secretos.
Advertido del formidable pique inicial de su conducida, Monasterolo soltó adelante con la sprinter y lo único por lo que se preocupó fue por regular sus energías, las que en los primeros metros suelen ser muy difíciles de manejar. Mientras la del stud Tomy y Fran daba rienda suelta a su vocación de puntera, a su flanco interno Elcisa (Angiolo) intentaba seguirle los pasos.
Pero no hubo caso. En los últimos metros de la prueba Clara Danger se desprendió, estiró diferencias y arribó a su tercera conquista gradual empleando 56s5/100 para el kilómetro. Ante una ganadora tan contundente, la emoción se mudó al puesto de escolta que se resolvió mediante la bandera verde y en favor de Che Maga (Violence) que, fiel a su costumbre, descontó con fuerza en el final pero sin comprometer a la ganadora, aunque sí para asegurarse el segundo puesto un hocico por delante de La Hilary (Grand Reward).
De esta manera, con la fórmula que mejores resultados le ha dado y hasta con un jockey desconocido, Clara Dancer ratificó su perfil de potranca ligera e hizo suspirar aliviados a los suyos. Tras debutar ganando sobre su montura, Monasterolo manifestó: "Es una potranca muy ligera, cuyo mayor virtud está en su largada. Lo único que hice es tratar de regular su velocidad y por suerte ganó muy bien". Media hora después, el jinete sufrió traumatismos en una pierna y un brazo al caer en una largada y fue derivado a un sanatorio para su más amplia evaluación.
En su presentación anterior, en el Clásico México (G3), la alazana había dejado varias caras largas, sobre todo en su entorno debido a esa llegada a 15 cuerpos Force Majeure en el primer enfrentamiento de la pupila de Luis Gaitán con las yeguas adultas. Esa tarde, la criada por La Tutina sufrió una mala largada producto de un encierro y debido a un trastorno físico fue desmontada por su jockey después de cruzar el disco. Muy lejos estuvo esa vez de parecerse a la misma potranca que había ganado los clásicos Carlos Casares (G3) y Saturnino J. Unzué (G2) y había obtenido marcadores rentados en otros cotejos del proceso selectivo.
Seguramente, muchos la habrán dejado de lado en el estudio previo en esta ocasión y optaron por otras yeguas, pero no así su entorno porque sabía que aquella performance había sido la combinación de una tarde en la que la suerte y la salud no la acompañaron.
Para ponerle una cuota de suspenso a esa presentación que su gente estaba esperando, a último momento y por la fractura del cúbito del brazo derecho de Gerónimo García, el jockey que iba a dirigirla originalmente, Clara Danger salió a la pista con un piloto que no la había conducido nunca: Iván Monasterolo. Afortunadamente y en carrera, la nieta materna de El Corredor le demostró que a la hora de correr no tiene muchos secretos.
Advertido del formidable pique inicial de su conducida, Monasterolo soltó adelante con la sprinter y lo único por lo que se preocupó fue por regular sus energías, las que en los primeros metros suelen ser muy difíciles de manejar. Mientras la del stud Tomy y Fran daba rienda suelta a su vocación de puntera, a su flanco interno Elcisa (Angiolo) intentaba seguirle los pasos.
Pero no hubo caso. En los últimos metros de la prueba Clara Danger se desprendió, estiró diferencias y arribó a su tercera conquista gradual empleando 56s5/100 para el kilómetro. Ante una ganadora tan contundente, la emoción se mudó al puesto de escolta que se resolvió mediante la bandera verde y en favor de Che Maga (Violence) que, fiel a su costumbre, descontó con fuerza en el final pero sin comprometer a la ganadora, aunque sí para asegurarse el segundo puesto un hocico por delante de La Hilary (Grand Reward).
De esta manera, con la fórmula que mejores resultados le ha dado y hasta con un jockey desconocido, Clara Dancer ratificó su perfil de potranca ligera e hizo suspirar aliviados a los suyos. Tras debutar ganando sobre su montura, Monasterolo manifestó: "Es una potranca muy ligera, cuyo mayor virtud está en su largada. Lo único que hice es tratar de regular su velocidad y por suerte ganó muy bien". Media hora después, el jinete sufrió traumatismos en una pierna y un brazo al caer en una largada y fue derivado a un sanatorio para su más amplia evaluación.
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