IRWIN demilióEl mismo caballo, idéntica chaquetilla, igual superficie y protagonistas diferentes levantando la copa en el inicio y el final de la Triple Corona. Así fue el paso atípico de Irwin (Seek Again) por la arena de Palermo, donde en septiembre obtuvo de punta a punta la Polla de Potrillos (G1) y este sábado dominó ampliamente el Gran Premio Nacional (G1-2500m), pero quedó en el umbral de la máxima hazaña del turf porque perdió el Jockey Club (G1-2000m) el mes pasado con Zodiacal (Cityscape), al que esta vez dejó sexto a 21 cuerpos. El amplio desquite quedó en segundo plano, en medio de tantas peculiaridades.
El defensor del stud Volver al Futuro es el zaino criado por el haras Carampangue que comenzó dominando la serie al cuidado de Roberto Pellegatta y con William Pereyra en las riendas, y terminó llevándose el Derby con la preparación de Javier Fren y la conducción de Francisco Leandro Gonçalves. En el medio, ese placé en San Isidro que lo privó de quedarse con la gloria completa. No fue suficiente que ganara las últimas tres competencias que disputó en el escenario porteño, pero para que nadie se olvide por mucho tiempo de su nombre los perdió de vista.
Storefront (Fortify) puede dar fe de eso: quedó segundo en esas tres citas, el Miguel Cané (G2), la Polla y este Nacional. Debe soñar con él. Cuando probó de atropellada no llegó. Ahora que vino más cerca, no pudo ni arrimarse. Los separaron nueve cuerpos en esta oportunidad, aunque el crédito de Don Teodoro reservó energías durante dos meses para este pleito. En el derecho, su perseverancia sí pudo más que el galope del líder, que retrocedió al tercer lugar, a cuatro cuerpos del escolta, con Beatle Francés (Super Saver) en el cuarto lugar.
Irwin venía embalado desde el primer semestre y siguió creciendo en la otra mitad de la temporada. Esta vez no fue adelante, como en la Polla, ni especuló como en el Jockey Club, sino que salió a marcar de cerca al puntero Shy Friend (Equal Stripes), al que igualó durante el último codo para comenzar a ejercer dominio al pisar la recta y desprenderse en esos últimos 600 metros. "Me dieron la oportunidad de volver a correrlo y me encontré otra vez con un potrillo de mucha clase, que fue evolucionando a lo largo del año y ahora demostró la clase de caballo que es. Cuando llegó a la punta venía muy cómodo, fácil", señaló el jockey brasileño, que había montado al hijo de Irwina (Orpen) en el debut, en febrero pasado, cuando estaba al mando de José Lofiego y llegó segundo. Parece que hubieran pasado años.
En la etapa de Pellegatta no pudo correrlo porque se accidentó. El desquite llegó ahora, en manos de un tercer preparador que también pensó en él. "Fue un gran trabajo de todo el equipo, al que le estoy agradecido por la oportunidad de confiar en mí; gracias a ellos y al potrillo pude ganar mi segundo Nacional", amplió.
"Era un desafío grande seguir teniendo al potrillo en un gran nivel, pero salieron las cosas bien", sintetizó Fren, que levantó una copa en el más alto nivel por segunda vez en su trayectoria, y otra vez fue en el hipódromo en el que entrena. Con la yegua La Renoleta (Treasure Beach), otra que había pasado por el stud de Pellegatta antes de llegar a sus manos, festejó en el Estrellas Distaff (G1-2000m) de 2019. Ya tiene dos grandes e inolvidables historias para contar.
El mismo caballo, idéntica chaquetilla, igual superficie y protagonistas diferentes levantando la copa en el inicio y el final de la Triple Corona. Así fue el paso atípico de Irwin (Seek Again) por la arena de Palermo, donde en septiembre obtuvo de punta a punta la Polla de Potrillos (G1) y este sábado dominó ampliamente el Gran Premio Nacional (G1-2500m), pero quedó en el umbral de la máxima hazaña del turf porque perdió el Jockey Club (G1-2000m) el mes pasado con Zodiacal (Cityscape), al que esta vez dejó sexto a 21 cuerpos. El amplio desquite quedó en segundo plano, en medio de tantas peculiaridades.
El defensor del stud Volver al Futuro es el zaino criado por el haras Carampangue que comenzó dominando la serie al cuidado de Roberto Pellegatta y con William Pereyra en las riendas, y terminó llevándose el Derby con la preparación de Javier Fren y la conducción de Francisco Leandro Gonçalves. En el medio, ese placé en San Isidro que lo privó de quedarse con la gloria completa. No fue suficiente que ganara las últimas tres competencias que disputó en el escenario porteño, pero para que nadie se olvide por mucho tiempo de su nombre los perdió de vista.
Storefront (Fortify) puede dar fe de eso: quedó segundo en esas tres citas, el Miguel Cané (G2), la Polla y este Nacional. Debe soñar con él. Cuando probó de atropellada no llegó. Ahora que vino más cerca, no pudo ni arrimarse. Los separaron nueve cuerpos en esta oportunidad, aunque el crédito de Don Teodoro reservó energías durante dos meses para este pleito. En el derecho, su perseverancia sí pudo más que el galope del líder, que retrocedió al tercer lugar, a cuatro cuerpos del escolta, con Beatle Francés (Super Saver) en el cuarto lugar.
Irwin venía embalado desde el primer semestre y siguió creciendo en la otra mitad de la temporada. Esta vez no fue adelante, como en la Polla, ni especuló como en el Jockey Club, sino que salió a marcar de cerca al puntero Shy Friend (Equal Stripes), al que igualó durante el último codo para comenzar a ejercer dominio al pisar la recta y desprenderse en esos últimos 600 metros. "Me dieron la oportunidad de volver a correrlo y me encontré otra vez con un potrillo de mucha clase, que fue evolucionando a lo largo del año y ahora demostró la clase de caballo que es. Cuando llegó a la punta venía muy cómodo, fácil", señaló el jockey brasileño, que había montado al hijo de Irwina (Orpen) en el debut, en febrero pasado, cuando estaba al mando de José Lofiego y llegó segundo. Parece que hubieran pasado años.
En la etapa de Pellegatta no pudo correrlo porque se accidentó. El desquite llegó ahora, en manos de un tercer preparador que también pensó en él. "Fue un gran trabajo de todo el equipo, al que le estoy agradecido por la oportunidad de confiar en mí; gracias a ellos y al potrillo pude ganar mi segundo Nacional", amplió.
"Era un desafío grande seguir teniendo al potrillo en un gran nivel, pero salieron las cosas bien", sintetizó Fren, que levantó una copa en el más alto nivel por segunda vez en su trayectoria, y otra vez fue en el hipódromo en el que entrena. Con la yegua La Renoleta (Treasure Beach), otra que había pasado por el stud de Pellegatta antes de llegar a sus manos, festejó en el Estrellas Distaff (G1-2000m) de 2019. Ya tiene dos grandes e inolvidables historias para contar.
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