JUSTO Y PRECISO, el gran sprinter del monentoLunes 17 de agosto de 2020. Una jornada que en una temporada normal hubiese sido una más dentro del calendario temporada del Club Hípico de Santiago. Sin embargo, aquella fecha marcó varios hitos, pues además de consagrar el regreso de la actividad a los principales recitos hípicos de Chile tras más de cinco meses sin carreras producto de la pandemia, fue la reunión que marcó la primera victoria clásica de Justo y Preciso (Newfoundland) y el estreno triunfal de Breakpoint (Constitution), a la postre, monarca invicto de la generación en el césped, siendo exportado a Estados Unidos.
Aquella tarde, el hijo de Newfoundland aprovechó los 51 kilos que cargó junto a Daniel Alvarado para triunfar en el recuerdo a Dorticos sobre 1.200 metros. Así, con seis años de edad, el pensionista de Claudio Bernal estableció su primer éxito de jerarquía, trayendo a la memoria de muchos las condiciones que el nieto de Tanaasa mostró en sus inicios, cuando en ese entonces, bajo el cuidado de Jorge Inda Meyer, salió de perdedores en su debut a los dos años con pasmosa facilidad en tiro de 1.600 metros.
Transcurrió mucha agua bajo el puente hasta su graduación estelar, marcó el comienzo de un vertiginoso ascenso, que en la actualidad lo tiene como año y señor del vértigo en el pasto del Club Hípico de Santiago, con victorias estelares entre los 1.000 y los 1.300 metros de recorrido.
La faena de este lunes con motivo del clásico El Tirón fue la séptima victoria consecutiva en cancha para Justo y Preciso. No obstante, fue distanciado en el clásico Fuerza Aérea de Chile a comienzos de marzo, producto de superar los umbrales permitidos de furosemida. Un trago amargo, que, a punta de la calidad desplegada por el colorado, sus responsables han sabido sobrellevar, a sabiendas que el camino pavimentado por el crédito del Masaiva durante los últimos meses es para ilusionar.
Nuevamente con Jaime Medina en el sillín, látigo que producto de un accidente no había podido cumplir en su última victoria, debiendo ser reemplazado por Joel Albornoz, Justo y Preciso no tuvo mayores inconvenientes para responder a su condición de enorme favorito, pues con un exiguo dividendo de $ 1,50 a ganador, ni siquiera dobló lo apostado.
Dicha confianza se vio fielmente defendida en la pista y la inteligente conducción de Medina ahorró cualquier inconveniente en el trámite, viniendo tercero mientras Don Kili (State of Play), también entrenado por Claudio Bernal y que hacía su debut en la pista con el respaldo de múltiples éxitos en la arena palmeña, dominaba las acciones desde el comienzo.
Ya en terreno decisivo, el gran favorito se filtró paulatinamente por dentro y en el poste de los 200 metros finales quebró la resistencia de su compañero de caballeriza, dominando sin mayores apremios para superar a la llegada por tres cuerpos a Don Kili, en gran cometido para haber sido su primera experiencia en el césped del Club Hípico, dejando tercero a Kyo (State Of Play).
Catorce victorias, siete de categoría clásica en 43 presentaciones, resumen la campaña de Justo y Preciso, que merced a esta nueva ganancia superó la barrera de los 50 millones de pesos en ganancias.
Lunes 17 de agosto de 2020. Una jornada que en una temporada normal hubiese sido una más dentro del calendario temporada del Club Hípico de Santiago. Sin embargo, aquella fecha marcó varios hitos, pues además de consagrar el regreso de la actividad a los principales recitos hípicos de Chile tras más de cinco meses sin carreras producto de la pandemia, fue la reunión que marcó la primera victoria clásica de Justo y Preciso (Newfoundland) y el estreno triunfal de Breakpoint (Constitution), a la postre, monarca invicto de la generación en el césped, siendo exportado a Estados Unidos.
Aquella tarde, el hijo de Newfoundland aprovechó los 51 kilos que cargó junto a Daniel Alvarado para triunfar en el recuerdo a Dorticos sobre 1.200 metros. Así, con seis años de edad, el pensionista de Claudio Bernal estableció su primer éxito de jerarquía, trayendo a la memoria de muchos las condiciones que el nieto de Tanaasa mostró en sus inicios, cuando en ese entonces, bajo el cuidado de Jorge Inda Meyer, salió de perdedores en su debut a los dos años con pasmosa facilidad en tiro de 1.600 metros.
Transcurrió mucha agua bajo el puente hasta su graduación estelar, marcó el comienzo de un vertiginoso ascenso, que en la actualidad lo tiene como año y señor del vértigo en el pasto del Club Hípico de Santiago, con victorias estelares entre los 1.000 y los 1.300 metros de recorrido.
La faena de este lunes con motivo del clásico El Tirón fue la séptima victoria consecutiva en cancha para Justo y Preciso. No obstante, fue distanciado en el clásico Fuerza Aérea de Chile a comienzos de marzo, producto de superar los umbrales permitidos de furosemida. Un trago amargo, que, a punta de la calidad desplegada por el colorado, sus responsables han sabido sobrellevar, a sabiendas que el camino pavimentado por el crédito del Masaiva durante los últimos meses es para ilusionar.
Nuevamente con Jaime Medina en el sillín, látigo que producto de un accidente no había podido cumplir en su última victoria, debiendo ser reemplazado por Joel Albornoz, Justo y Preciso no tuvo mayores inconvenientes para responder a su condición de enorme favorito, pues con un exiguo dividendo de $ 1,50 a ganador, ni siquiera dobló lo apostado.
Dicha confianza se vio fielmente defendida en la pista y la inteligente conducción de Medina ahorró cualquier inconveniente en el trámite, viniendo tercero mientras Don Kili (State of Play), también entrenado por Claudio Bernal y que hacía su debut en la pista con el respaldo de múltiples éxitos en la arena palmeña, dominaba las acciones desde el comienzo.
Ya en terreno decisivo, el gran favorito se filtró paulatinamente por dentro y en el poste de los 200 metros finales quebró la resistencia de su compañero de caballeriza, dominando sin mayores apremios para superar a la llegada por tres cuerpos a Don Kili, en gran cometido para haber sido su primera experiencia en el césped del Club Hípico, dejando tercero a Kyo (State Of Play).
Catorce victorias, siete de categoría clásica en 43 presentaciones, resumen la campaña de Justo y Preciso, que merced a esta nueva ganancia superó la barrera de los 50 millones de pesos en ganancias.
Aquella tarde, el hijo de Newfoundland aprovechó los 51 kilos que cargó junto a Daniel Alvarado para triunfar en el recuerdo a Dorticos sobre 1.200 metros. Así, con seis años de edad, el pensionista de Claudio Bernal estableció su primer éxito de jerarquía, trayendo a la memoria de muchos las condiciones que el nieto de Tanaasa mostró en sus inicios, cuando en ese entonces, bajo el cuidado de Jorge Inda Meyer, salió de perdedores en su debut a los dos años con pasmosa facilidad en tiro de 1.600 metros.
Transcurrió mucha agua bajo el puente hasta su graduación estelar, marcó el comienzo de un vertiginoso ascenso, que en la actualidad lo tiene como año y señor del vértigo en el pasto del Club Hípico de Santiago, con victorias estelares entre los 1.000 y los 1.300 metros de recorrido.
La faena de este lunes con motivo del clásico El Tirón fue la séptima victoria consecutiva en cancha para Justo y Preciso. No obstante, fue distanciado en el clásico Fuerza Aérea de Chile a comienzos de marzo, producto de superar los umbrales permitidos de furosemida. Un trago amargo, que, a punta de la calidad desplegada por el colorado, sus responsables han sabido sobrellevar, a sabiendas que el camino pavimentado por el crédito del Masaiva durante los últimos meses es para ilusionar.
Nuevamente con Jaime Medina en el sillín, látigo que producto de un accidente no había podido cumplir en su última victoria, debiendo ser reemplazado por Joel Albornoz, Justo y Preciso no tuvo mayores inconvenientes para responder a su condición de enorme favorito, pues con un exiguo dividendo de $ 1,50 a ganador, ni siquiera dobló lo apostado.
Dicha confianza se vio fielmente defendida en la pista y la inteligente conducción de Medina ahorró cualquier inconveniente en el trámite, viniendo tercero mientras Don Kili (State of Play), también entrenado por Claudio Bernal y que hacía su debut en la pista con el respaldo de múltiples éxitos en la arena palmeña, dominaba las acciones desde el comienzo.
Ya en terreno decisivo, el gran favorito se filtró paulatinamente por dentro y en el poste de los 200 metros finales quebró la resistencia de su compañero de caballeriza, dominando sin mayores apremios para superar a la llegada por tres cuerpos a Don Kili, en gran cometido para haber sido su primera experiencia en el césped del Club Hípico, dejando tercero a Kyo (State Of Play).
Catorce victorias, siete de categoría clásica en 43 presentaciones, resumen la campaña de Justo y Preciso, que merced a esta nueva ganancia superó la barrera de los 50 millones de pesos en ganancias.
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