MARÍA SCALDAFERRI denunció los abusos en San Isidro, le cerraron las puertas y ahora triunfa en EE.UU
María Scaldaferri tiene 29 años y vive en Estados Unidos hace tres, dónde emigró junto a su esposo en busca de nuevas y mejores oportunidades. La jocketa, egresada de la Escuela de San Isidro, habló de todo en una entrevista:
"Los caballos me gustan desde que nací, y los de carrera desde esa primera vez que vi uno. Supe inmediatamente que eran especiales y que quería ser jocketa. No había lugar en mi cabeza para ninguna otra cosa", confiesa la oriunda de Pergamino.
De la mano de su papá, gran aficionado de las carreras, llegó al hipódromo de San Isidro. En la Escuela de Jockeys Aprendices de esa localidad se formó como profesional, se egresó y padeció abusos junto a sus compañeras.
En 2017 realizaron una denuncia conjunta contra Héctor Libré por "abuso sexual agravado por su condición de profesor", causa que hoy se encuentra paralizada.
"Jamás me voy a arrepentir de las consecuencias de sacar esto a la luz, mi historia no se puede cambiar. Pero esto se termina acá, que el mundo sepa por qué no hay más chicas en los hipódromos argentinos. Que sepan por que es tan difícil lograrlo, que sepan la verdad", lanzó Scaldaferri.
"Estamos así porque los abusos fueron socialmente aceptados. Porque degradaron a las personas aún mas por debajo del nivel de los animales", agregó.
Eso, sumado a la difícil situación económica que atravesaba pese a trabajar todos los días sin descanso, la llevó a emigrar. "A duras penas me alcanzaba para pagar las cuentas, comíamos muy mal, entraba y salía de mi casa con cuidado de que no hubiese nadie esperando para robarnos, extrañaba mas que nunca a mi familia teniéndolos cerca y no pudiendo viajar a verlos porque no había dinero", señaló la jocketa.
"Por las mañanas seguía haciendo lo de siempre, agotaba recursos, trabajaba toda la mañana para distintos cuidadores, seguía llevándome bien con todos, compartía charlas y mates, le metía entusiasmo y la devolución siempre fue igual. Me contestaban 'sos muy trabajadora, muy de a caballo, corres bien, necesitas una oportunidad', pero ni siquiera los que me contestaban así me ponían a la tarde, por lo que cada vez entendía menos", contó.
"Hacía lo mismo que los demás, quizá con un poco más de empeño, porque la única vida que tengo es arriba de un caballo; entonces vivo intensamente esos pocos minutos y trato que los caballos sean tan felices como yo", aseguró.
De este modo, tras vivir cuestionándose y preguntándose por qué, armó las valijas y se fue a vivir a Florida junto a quien hoy es su esposo, Gustavo Retorto. Allí, comenzó a correr en las pistas norteamericanas y a pensar en nuevas posibilidades.
Tras un largo intervalo debido a la pandemia, la semana pasada Scaldaferri volvió a las competencias oficiales en Monmouth Park, de la mano del entrenador Luis Carvajal, y entró tercera.
En este marco, la talentosa mujer expresó: "Esta fue mi reprise, otra vez, desde marzo del año pasado. Acá aún no logré nada, lo cual no me inquieta, tengo todo el tiempo del mundo por delante. Sé adonde quiero llegar, supongo que lo mismo a lo que aspira cualquier jockey. No sé cómo, ni me preocupa".
"Siempre busco mi crecimiento profesional y espiritual por sobre cada situación. Sé que tengo muchas cosas lindas por vivir, lo siento en mi corazón. Es inevitable", concluyó la pergaminense, quien confía en la bondad del destino.
"Los caballos me gustan desde que nací, y los de carrera desde esa primera vez que vi uno. Supe inmediatamente que eran especiales y que quería ser jocketa. No había lugar en mi cabeza para ninguna otra cosa", confiesa la oriunda de Pergamino.
De la mano de su papá, gran aficionado de las carreras, llegó al hipódromo de San Isidro. En la Escuela de Jockeys Aprendices de esa localidad se formó como profesional, se egresó y padeció abusos junto a sus compañeras.
En 2017 realizaron una denuncia conjunta contra Héctor Libré por "abuso sexual agravado por su condición de profesor", causa que hoy se encuentra paralizada.
"Jamás me voy a arrepentir de las consecuencias de sacar esto a la luz, mi historia no se puede cambiar. Pero esto se termina acá, que el mundo sepa por qué no hay más chicas en los hipódromos argentinos. Que sepan por que es tan difícil lograrlo, que sepan la verdad", lanzó Scaldaferri.
"Estamos así porque los abusos fueron socialmente aceptados. Porque degradaron a las personas aún mas por debajo del nivel de los animales", agregó.
Eso, sumado a la difícil situación económica que atravesaba pese a trabajar todos los días sin descanso, la llevó a emigrar. "A duras penas me alcanzaba para pagar las cuentas, comíamos muy mal, entraba y salía de mi casa con cuidado de que no hubiese nadie esperando para robarnos, extrañaba mas que nunca a mi familia teniéndolos cerca y no pudiendo viajar a verlos porque no había dinero", señaló la jocketa.
"Por las mañanas seguía haciendo lo de siempre, agotaba recursos, trabajaba toda la mañana para distintos cuidadores, seguía llevándome bien con todos, compartía charlas y mates, le metía entusiasmo y la devolución siempre fue igual. Me contestaban 'sos muy trabajadora, muy de a caballo, corres bien, necesitas una oportunidad', pero ni siquiera los que me contestaban así me ponían a la tarde, por lo que cada vez entendía menos", contó.
"Hacía lo mismo que los demás, quizá con un poco más de empeño, porque la única vida que tengo es arriba de un caballo; entonces vivo intensamente esos pocos minutos y trato que los caballos sean tan felices como yo", aseguró.
De la mano de su papá, gran aficionado de las carreras, llegó al hipódromo de San Isidro. En la Escuela de Jockeys Aprendices de esa localidad se formó como profesional, se egresó y padeció abusos junto a sus compañeras.
En 2017 realizaron una denuncia conjunta contra Héctor Libré por "abuso sexual agravado por su condición de profesor", causa que hoy se encuentra paralizada.
"Jamás me voy a arrepentir de las consecuencias de sacar esto a la luz, mi historia no se puede cambiar. Pero esto se termina acá, que el mundo sepa por qué no hay más chicas en los hipódromos argentinos. Que sepan por que es tan difícil lograrlo, que sepan la verdad", lanzó Scaldaferri.
"Estamos así porque los abusos fueron socialmente aceptados. Porque degradaron a las personas aún mas por debajo del nivel de los animales", agregó.
Eso, sumado a la difícil situación económica que atravesaba pese a trabajar todos los días sin descanso, la llevó a emigrar. "A duras penas me alcanzaba para pagar las cuentas, comíamos muy mal, entraba y salía de mi casa con cuidado de que no hubiese nadie esperando para robarnos, extrañaba mas que nunca a mi familia teniéndolos cerca y no pudiendo viajar a verlos porque no había dinero", señaló la jocketa.
"Por las mañanas seguía haciendo lo de siempre, agotaba recursos, trabajaba toda la mañana para distintos cuidadores, seguía llevándome bien con todos, compartía charlas y mates, le metía entusiasmo y la devolución siempre fue igual. Me contestaban 'sos muy trabajadora, muy de a caballo, corres bien, necesitas una oportunidad', pero ni siquiera los que me contestaban así me ponían a la tarde, por lo que cada vez entendía menos", contó.
"Hacía lo mismo que los demás, quizá con un poco más de empeño, porque la única vida que tengo es arriba de un caballo; entonces vivo intensamente esos pocos minutos y trato que los caballos sean tan felices como yo", aseguró.
De este modo, tras vivir cuestionándose y preguntándose por qué, armó las valijas y se fue a vivir a Florida junto a quien hoy es su esposo, Gustavo Retorto. Allí, comenzó a correr en las pistas norteamericanas y a pensar en nuevas posibilidades.
Tras un largo intervalo debido a la pandemia, la semana pasada Scaldaferri volvió a las competencias oficiales en Monmouth Park, de la mano del entrenador Luis Carvajal, y entró tercera.
En este marco, la talentosa mujer expresó: "Esta fue mi reprise, otra vez, desde marzo del año pasado. Acá aún no logré nada, lo cual no me inquieta, tengo todo el tiempo del mundo por delante. Sé adonde quiero llegar, supongo que lo mismo a lo que aspira cualquier jockey. No sé cómo, ni me preocupa".
"Siempre busco mi crecimiento profesional y espiritual por sobre cada situación. Sé que tengo muchas cosas lindas por vivir, lo siento en mi corazón. Es inevitable", concluyó la pergaminense, quien confía en la bondad del destino.
Tras un largo intervalo debido a la pandemia, la semana pasada Scaldaferri volvió a las competencias oficiales en Monmouth Park, de la mano del entrenador Luis Carvajal, y entró tercera.
En este marco, la talentosa mujer expresó: "Esta fue mi reprise, otra vez, desde marzo del año pasado. Acá aún no logré nada, lo cual no me inquieta, tengo todo el tiempo del mundo por delante. Sé adonde quiero llegar, supongo que lo mismo a lo que aspira cualquier jockey. No sé cómo, ni me preocupa".
"Siempre busco mi crecimiento profesional y espiritual por sobre cada situación. Sé que tengo muchas cosas lindas por vivir, lo siento en mi corazón. Es inevitable", concluyó la pergaminense, quien confía en la bondad del destino.
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