EMOTION ORPEN mostró su jerarquía en las Estrellas Classic
La prueba central de la gran jornada palermitana fue el Gran Premio Estrellas Classic (G1), donde midieron su poderío los machos de 3 años y más edad en recorrido de 2.000 metros, alzándose con el lauro el entrenado por el team Gaitán, Emotion Orpen, que en su tercer intento en este relevante cotejo pudo llevarse los honores, recordando que en 2019 escoltó a Dandy del Barrio a ½ cabeza, y al año siguiente finalizó 3º luego de la descalificación de King Slew.
En esta oportunidad, con el favoritismo marcado sobre su cruz, el tuerto que desciende de Orpen se enfrentó ante una agrupación de menores exigencias, si hacemos la comparación con respecto a los bailes bravos en los que concursó antes, y sin tener ningún tipo de inconvenientes logró cruzar la sentencia con facilidad, luego de movilizarse en posiciones intermedias mientras su compañero de yunta registraba los parciales.
Se apoderó del liderazgo al promediar los 400 finales, cuando su piloto Rodrigo Blanco lo enfiló por líneas externas para afianzarse como protagonista absoluto de la situación, hasta sacar 2 ½ cuerpos de diferencia sobre Sharkan, que terminó siendo su guardaespaldas.
Más que merecido el triunfo para el rendidor corredor, que al cabo de 1’59”72c, se colgó en el pescuezo su 8ª medalla dorada en 23 presentaciones, en campaña donde solamente en par de ocasiones quedó fuera del marcador.
La prueba central de la gran jornada palermitana fue el Gran Premio Estrellas Classic (G1), donde midieron su poderío los machos de 3 años y más edad en recorrido de 2.000 metros, alzándose con el lauro el entrenado por el team Gaitán, Emotion Orpen, que en su tercer intento en este relevante cotejo pudo llevarse los honores, recordando que en 2019 escoltó a Dandy del Barrio a ½ cabeza, y al año siguiente finalizó 3º luego de la descalificación de King Slew.
En esta oportunidad, con el favoritismo marcado sobre su cruz, el tuerto que desciende de Orpen se enfrentó ante una agrupación de menores exigencias, si hacemos la comparación con respecto a los bailes bravos en los que concursó antes, y sin tener ningún tipo de inconvenientes logró cruzar la sentencia con facilidad, luego de movilizarse en posiciones intermedias mientras su compañero de yunta registraba los parciales.
Se apoderó del liderazgo al promediar los 400 finales, cuando su piloto Rodrigo Blanco lo enfiló por líneas externas para afianzarse como protagonista absoluto de la situación, hasta sacar 2 ½ cuerpos de diferencia sobre Sharkan, que terminó siendo su guardaespaldas.
Más que merecido el triunfo para el rendidor corredor, que al cabo de 1’59”72c, se colgó en el pescuezo su 8ª medalla dorada en 23 presentaciones, en campaña donde solamente en par de ocasiones quedó fuera del marcador.
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