A BLAIR ATHOLL no le regalaron nada
El entorno de Blair Atholl (Incurable Optimist) entendió que el hermoso zaino estaba listo para afrontar el primer compromiso jerárquico y no se equivocó. Porque en la que resultó la primera participación del pupilo de Mario Villamarín fuera del plano condicional el criado por el haras El Paraíso terminó conquistando una guapa victoria en el Clásico Río de La Plata (L), la prueba central dentro del programa de mitad de semana del Hipódromo de San Isidro, disputado sobre la pista de césped del escenario norteño y en el tiro de 1200 metros.
Quedó claro que a nuestro candidato Blair Atholl no le regalaron nada. Que solito el nieto materno de Sebi Halo fue construyendo desde los cimientos su victoria más importante. Y que para conseguirla, contó con un jockey como Martín Valle que carrera tras carrera les va tomando mejor el tiempo a los desarrollos.
Y la serenidad de Valle fue fundamental para que el ejemplar entrenado en General Alvear, provincia de Buenos Aires, pudiera moverse al frente del pelotón en forma relajada pero aún así con parciales firmes según lo testimonian los registros establecidos por el puntero de 22s53/100 y 45s27/100 para los primeros 400 y 800 metros, respectivamente. Mientras, detrás suyo, Vigata (Luck Money), Hit Empeñoso (Hit It A Bomb) y Un Motorcito (Orpen) tensaban los músculos para no perderle pisada al vanguardista, Valle lo trajo "a la rienda" a su conducido.
Incluso, el piloto correntino esperó un buen trecho desde la entrada a la recta para llamar a correr de firme en la recta, y cuando lo hizo tuvo al disco como idea fija. Obviamente que conforme se acercaron al epílogo de la competencia crecieron las atropelladas. Amagó por mitad de cancha Perfect Couple (Remote), pero se quedó en eso y no fue amenaza.
Pero sí terminó constituyendo una el gran favorito Hit Empeñoso, que así como no había ligado en la suelta del Clásico Gentlemen en su presentación, donde perdió gran parte de su chance en la largada, tampoco tuvo suerte en el desarrollo en esta ocasión, viajando comprometido entre varios rivales buena parte de la recta y viéndose obligado avanzar por un lugar incómodo.
Pese a los contratiempos, el de Patria Blanca descontó entre el espacio minúsculo que le quedó entre Blair Atholl y los palos, pero no le alcanzó para arrebatar el triunfo que muy bien se ganó su rival y terminó escoltándolo a medio pescuezo, tras 1m8s36/100, registro final que demuestra que el ganador corrió con firmeza durante todo el recorrido.
"Al caballo lo compramos con mi socio, Diego Copla, en El Paraíso y le hemos hecho una linda campaña. Aparentemente rinde más en el pasto y por eso lo corremos más en San Isidro. Fue un triunfo sufrido, pero por suerte pudimos festejar", comentó tras la victoria Villamarín sobre el caballo que acababa de graduarse de ganador clásico y que en las mañanas de vareo es montado por el ex jockey Marcelo Luna.
El entorno de Blair Atholl (Incurable Optimist) entendió que el hermoso zaino estaba listo para afrontar el primer compromiso jerárquico y no se equivocó. Porque en la que resultó la primera participación del pupilo de Mario Villamarín fuera del plano condicional el criado por el haras El Paraíso terminó conquistando una guapa victoria en el Clásico Río de La Plata (L), la prueba central dentro del programa de mitad de semana del Hipódromo de San Isidro, disputado sobre la pista de césped del escenario norteño y en el tiro de 1200 metros.
Quedó claro que a nuestro candidato Blair Atholl no le regalaron nada. Que solito el nieto materno de Sebi Halo fue construyendo desde los cimientos su victoria más importante. Y que para conseguirla, contó con un jockey como Martín Valle que carrera tras carrera les va tomando mejor el tiempo a los desarrollos.
Y la serenidad de Valle fue fundamental para que el ejemplar entrenado en General Alvear, provincia de Buenos Aires, pudiera moverse al frente del pelotón en forma relajada pero aún así con parciales firmes según lo testimonian los registros establecidos por el puntero de 22s53/100 y 45s27/100 para los primeros 400 y 800 metros, respectivamente. Mientras, detrás suyo, Vigata (Luck Money), Hit Empeñoso (Hit It A Bomb) y Un Motorcito (Orpen) tensaban los músculos para no perderle pisada al vanguardista, Valle lo trajo "a la rienda" a su conducido.
Incluso, el piloto correntino esperó un buen trecho desde la entrada a la recta para llamar a correr de firme en la recta, y cuando lo hizo tuvo al disco como idea fija. Obviamente que conforme se acercaron al epílogo de la competencia crecieron las atropelladas. Amagó por mitad de cancha Perfect Couple (Remote), pero se quedó en eso y no fue amenaza.
Pero sí terminó constituyendo una el gran favorito Hit Empeñoso, que así como no había ligado en la suelta del Clásico Gentlemen en su presentación, donde perdió gran parte de su chance en la largada, tampoco tuvo suerte en el desarrollo en esta ocasión, viajando comprometido entre varios rivales buena parte de la recta y viéndose obligado avanzar por un lugar incómodo.
Pese a los contratiempos, el de Patria Blanca descontó entre el espacio minúsculo que le quedó entre Blair Atholl y los palos, pero no le alcanzó para arrebatar el triunfo que muy bien se ganó su rival y terminó escoltándolo a medio pescuezo, tras 1m8s36/100, registro final que demuestra que el ganador corrió con firmeza durante todo el recorrido.
"Al caballo lo compramos con mi socio, Diego Copla, en El Paraíso y le hemos hecho una linda campaña. Aparentemente rinde más en el pasto y por eso lo corremos más en San Isidro. Fue un triunfo sufrido, pero por suerte pudimos festejar", comentó tras la victoria Villamarín sobre el caballo que acababa de graduarse de ganador clásico y que en las mañanas de vareo es montado por el ex jockey Marcelo Luna.
Quedó claro que a nuestro candidato Blair Atholl no le regalaron nada. Que solito el nieto materno de Sebi Halo fue construyendo desde los cimientos su victoria más importante. Y que para conseguirla, contó con un jockey como Martín Valle que carrera tras carrera les va tomando mejor el tiempo a los desarrollos.
Y la serenidad de Valle fue fundamental para que el ejemplar entrenado en General Alvear, provincia de Buenos Aires, pudiera moverse al frente del pelotón en forma relajada pero aún así con parciales firmes según lo testimonian los registros establecidos por el puntero de 22s53/100 y 45s27/100 para los primeros 400 y 800 metros, respectivamente. Mientras, detrás suyo, Vigata (Luck Money), Hit Empeñoso (Hit It A Bomb) y Un Motorcito (Orpen) tensaban los músculos para no perderle pisada al vanguardista, Valle lo trajo "a la rienda" a su conducido.
Incluso, el piloto correntino esperó un buen trecho desde la entrada a la recta para llamar a correr de firme en la recta, y cuando lo hizo tuvo al disco como idea fija. Obviamente que conforme se acercaron al epílogo de la competencia crecieron las atropelladas. Amagó por mitad de cancha Perfect Couple (Remote), pero se quedó en eso y no fue amenaza.
Pero sí terminó constituyendo una el gran favorito Hit Empeñoso, que así como no había ligado en la suelta del Clásico Gentlemen en su presentación, donde perdió gran parte de su chance en la largada, tampoco tuvo suerte en el desarrollo en esta ocasión, viajando comprometido entre varios rivales buena parte de la recta y viéndose obligado avanzar por un lugar incómodo.
Pese a los contratiempos, el de Patria Blanca descontó entre el espacio minúsculo que le quedó entre Blair Atholl y los palos, pero no le alcanzó para arrebatar el triunfo que muy bien se ganó su rival y terminó escoltándolo a medio pescuezo, tras 1m8s36/100, registro final que demuestra que el ganador corrió con firmeza durante todo el recorrido.
"Al caballo lo compramos con mi socio, Diego Copla, en El Paraíso y le hemos hecho una linda campaña. Aparentemente rinde más en el pasto y por eso lo corremos más en San Isidro. Fue un triunfo sufrido, pero por suerte pudimos festejar", comentó tras la victoria Villamarín sobre el caballo que acababa de graduarse de ganador clásico y que en las mañanas de vareo es montado por el ex jockey Marcelo Luna.
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