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lunes, 7 de febrero de 2022

HIPODROMO DE SAN ISIDRO (Argentina)

 A pura guapeza MOYVORE ROSE gana el Clásico Juan Shaw (G2)
Respondiendo a aquel buen cuarto puesto en el Gran Premio Enrique Acebal (G1) resuelto con contundencia por Didia (Orpen), Moyvore Rose (City Banker) jerarquizó su campaña al imponer condiciones en el Clásico Juan Shaw (G2-2200 metros), primera de las emociones fuertes dentro del programa organizado por el Hipódromo de San Isidro este sábado.
Yegua de muy corta y regular campaña, a Carlos Daniel Etchechoury y su equipo de trabajo les llevó tan sólo tres meses para convertir a la representante de Comalal en un ejemplar clásico. Y hay que resaltar que a la hora de alcanzar esa primera victoria por encima del llano, la criada por José María Nelson mostró algunos atributos por demás interesantes. Uno, el coraje a la hora de fabricarse un lugar por el cual avanzar en la recta. Dos, la guapeza para sostener una pulseada con Joy Neverland (Fortify), que fue la primera en dominar, y ganársela. Y tres, la resistencia para aguantar a pie firme la embestida de una Emerit Craf (Mastercraftsman) que atropelló en el final con intenciones de poner en riesgo su victoria.
Apenas el starter les liberó el camino a las nueve yeguas del tradicional cotejo que contó con asistencia perfecta fue Wild Ones (Cima De Triomphe) la que mostró decisión de ir a la punta y con claras intenciones de hacer el trámite de un viaje. En su persecución se ubicaron Foolin (Suggestive Boy), que otra vez se mostró indócil en los partidores; Sinsa Dong (Sebi Halo), Joy Neverland (Fortify) y Moyvore Rose, a la que Brian Enrique logró amansar porque por el ritmo de carrera en un primer momento quiso ir hacia adelante.
Con Wind Ones marcando el ritmo, entonces, Enrique se limitó a esperar el tramo de las definiciones, la recta, pero antes de ingresar las yeguas que venía adelante se "apiñaron" en un lote compacto y entonces al piloto santafesino no le quedó otra alternativa que quedarse por dentro y a la espera de que se le hiciera el claro.
En los 500 intentó escapar Wind Ones, pero enseguida tuvo a su flanco externo a Joy Neverland, que "se le pegó como tapa de alfajor", una cuadra más adelante la dominó y pasó al frente de la carrera con aires de ganadora. Pero a la yegua de La Raya la ilusión le duró lo que un suspiro, porque respondiendo al estímulo de Enrique y sacando a relucir su coraje, Moyvore Rose se filtró junto a los palos y de inmediato le planteó lucha a la otra pupila de Carlos Daniel Etchechoury.
Ahí fue cuando la yegua de Santiago Martínez de Hoz mostró guapeza para sostener una breve pulseada, ganarla y dominar la prueba. Pero si se quería transformar en ganadora clásica, aún le quedaba una materia más por rendir, la de la resistencia. Y todo porque surgió con fuerza Emerit Craf y con intenciones de arruinarle la tarde. Pero no pudo, porque la nieta materna de Petit Poucet puso la resistencia al servicio de su éxito más importante para frenar a la reservada de Firmamento por tres cuartos de cuerpo, al cabo de 2m14s97/100 sobre una pista que no parecía estar normal como lo aseguraba el cartel oficial del hipódromo, tras las lluvias.
Joy Neverland ocupó el tercer escalón del podio en muy buena gestión teniendo en cuenta que llegó a dominar la carrera, y ratificando, incluso con ocho kilos y medio más sobre el lomo que su anterior y primera conquista de jerarquía, que lo suyo no había sido producto de la casualidad. Henestrosa (Treasure Beach) se exhibió como una amenaza en plena definición pero finalmente sólo alcanzó a rescatar la cuarta chapa.
Todos los aplausos fueron para Moyvore Rose, yegua que mostró varios atributos para jerarquizarse y la que a partir de ahora transitará el terreno de jerarquía con intenciones de dejar su huella entre las fondistas.

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