AMIGUITO DE LO AJENO triunfo en un intenso mano a mano
Por la experiencia sobre todas las cosas, pero además debido a su nivel de entrega y al rigor de su jockey, finalmente Amiguito De Lo Ajeno (Endorsement) consiguió esta tarde esa primera conquista jerárquica gradual que tanto se merecía desde hace un tiempo. Sucedió en el Clásico Horacio Bustillo (G2), una de las dos pruebas centrales de la reunión del Hipódromo de San Isidro y, además, tradicional cotejo para los milleros.
Pero para conseguir el tercer halago jerárquico de su foja, esta vez el zaino debió prodigarse para vencer a un rival como Royal Rimout (Remote), ejemplar que seguramente no estuvo en los planes de la mayoría debido a su condición de ganador de dos cotejos condicionales. Sin embargo, el de Castañón les demostró a unos y otros que si estaba inscripto era porque daba la talla.
Amiguito De Lo Ajeno, por su parte, salió a buscar su conquista más importante con su receta habitual. Es decir, asumiendo el liderazgo desde el vamos y marcando el ritmo de la carrera. Y Royal Rimout en vez de amilanarse por la manera en la que el puntero le marcó la cancha, desde el primer momento mostró una aptitud desafiante al animarse a seguirlo.
Aptitud que el perseguidor acentuó en el ingreso a la recta, allí cuando el gran favorito siguió su camino al disco, al tiempo que el conducido por Cristian Velázquez igualó su línea en los 300 y dejó en claro su intención de discutirle el triunfo.
A partir de allí Amiguito De Lo Ajeno y Royal Rimout protagonizaron un vibrante final que, durante un buen tramo, pareció de definición incierta. Pero en el final el pupilo de Gustavo Romero -esta vez presentado por su hermano Mariano- le demostró a Royal Rimout que "la experiencia se respeta" y a pocos metros del disco asomó el pescuezo de ventaja sobre su rival y mantuvo esa diferencia al cruzar el disco tras 1m33s7/100 de carrera.
De esta manera el caballo de Tramo 20 alcanzó esa primera victoria gradual que tanto merecía. Y lo hizo frente a un rival como Royal Rimout que sin roce clásico estuvo a la altura y mostró condiciones para destacarse en el plano jerárquico. Sin dudas merece revancha.
Por la experiencia sobre todas las cosas, pero además debido a su nivel de entrega y al rigor de su jockey, finalmente Amiguito De Lo Ajeno (Endorsement) consiguió esta tarde esa primera conquista jerárquica gradual que tanto se merecía desde hace un tiempo. Sucedió en el Clásico Horacio Bustillo (G2), una de las dos pruebas centrales de la reunión del Hipódromo de San Isidro y, además, tradicional cotejo para los milleros.
Pero para conseguir el tercer halago jerárquico de su foja, esta vez el zaino debió prodigarse para vencer a un rival como Royal Rimout (Remote), ejemplar que seguramente no estuvo en los planes de la mayoría debido a su condición de ganador de dos cotejos condicionales. Sin embargo, el de Castañón les demostró a unos y otros que si estaba inscripto era porque daba la talla.
Amiguito De Lo Ajeno, por su parte, salió a buscar su conquista más importante con su receta habitual. Es decir, asumiendo el liderazgo desde el vamos y marcando el ritmo de la carrera. Y Royal Rimout en vez de amilanarse por la manera en la que el puntero le marcó la cancha, desde el primer momento mostró una aptitud desafiante al animarse a seguirlo.
Aptitud que el perseguidor acentuó en el ingreso a la recta, allí cuando el gran favorito siguió su camino al disco, al tiempo que el conducido por Cristian Velázquez igualó su línea en los 300 y dejó en claro su intención de discutirle el triunfo.
A partir de allí Amiguito De Lo Ajeno y Royal Rimout protagonizaron un vibrante final que, durante un buen tramo, pareció de definición incierta. Pero en el final el pupilo de Gustavo Romero -esta vez presentado por su hermano Mariano- le demostró a Royal Rimout que "la experiencia se respeta" y a pocos metros del disco asomó el pescuezo de ventaja sobre su rival y mantuvo esa diferencia al cruzar el disco tras 1m33s7/100 de carrera.
De esta manera el caballo de Tramo 20 alcanzó esa primera victoria gradual que tanto merecía. Y lo hizo frente a un rival como Royal Rimout que sin roce clásico estuvo a la altura y mostró condiciones para destacarse en el plano jerárquico. Sin dudas merece revancha.
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