OSPREY demostró calidadLuz verde para soñar en grande tienen los allegados del stud Red Rafa, criadores y propietarios de Osprey (Gober) una de las figuras consulares que dejó la jornada dominical disputada en el Hipódromo da Gávea y que tuvo entre sus cuatro contiendas clásicas, la disputa del Grande Premio Dezesseis De Julho (G2), la última gran antesala de lo que será la edición 2021 del Grande Premio Brasil (G1), pactado para el próximo domingo 15 de agosto.
Con apenas cuatro años de edad y cinco carreras corridas, Osprey figuraba como el menos experimentado de la nómina que tenía nombres de la talla de George Washington (Redattore), es titular de seis clásicos y uno de los fondistas más regulares del turf brasileño en las últimas temporadas.
El abanderado del stud Happy Again se adjudicó precisamente en 2019 el G.P. Brasil (G1) en Gávea y en 2020 hizo lo propio en el G.P. Sao Paulo (G1) en Cidade Jardim, mismo pleito en que este año, con motivo de su última intervención, vio desde el sexto lugar el éxito de Head Office (Wild Event) en la máxima cita para los fondistas paulistas. Por tanto, su regreso a Río de Janeiro parecía el trampolín para volver a las primeras planas y así lo entendió el público que lo hizo favorito en las apuestas.
Sin embargo, ni toda la experiencia de sus contendores pudo ante el ímpetu y la guapeza que plasmó en pista Osprey, que tras una buena largado vino encabezando el grupo de avanzada a lo menos durante los primeros 800 metros, mientras Ricky Ricardo (Catch A Flight) y Olympic Justin (Agnes Gold) lo acosaban en la ubicación de privilegio.
El defensor de la casaquilla del stud Red Rafa simplemente los dejó pasar y en algunos tramos intermedios de la carrera llegó a quedar relegado hasta al cuarto lugar, manteniéndose siempre por el lado interior, hasta enderezar a tierra derecha. Fue en la recta final que el pensionista de Ricardo Solanes dejó lo mejor de sí y de inmediato recuperó el tranco con un decisivo tranco, debiendo sacar a relucir todo su coraje para aguantar la ventaja en los 200 metros finales, toda vez que por dentro Indigo Guerreiro (Nedawi) y más abierto el favorito George Washington fueron en demanda de la victoria, pero finalmente no les alcanzó.
En una gran demostración de cualidades locomotivas y con toda la experiencia de Carlos Lavor, Osprey cruzó la meta triunfal imponiendo tres cuartos de cuerpo de ventaja frente a George Washington, mientras Indigo Guerreiro quedó relegado a la tercera ubicación a poco más de dos cuerpos.
El ganador empleó un registro de 2.26.53 para los 2.400 metros de recorrido, sentenciando el tercer triunfo de su campaña, hasta ahora el más importante, con apenas seis actuaciones.
De buena campaña en sus inicios, estuvo a tiro de cañón de dar el zarpazo a fines de septiembre del año pasado, arribando tercero apenas a pescuezo en los 2.000 metros del Linneo De Paula Machado (G1).
Luego de dicha actuación, se perdió por más de cinco meses, reprisando segundo en marzo y reencontrándose con los triunfos el pasado 30 de mayo, en una condicional para ganadores de una carrera en 2.000 metros, actuación que antecedió el gran salto cualitativo que dio en su campaña, marcando todo un hito en su despegue para pelear por un lugar entre los especialistas en la distancia, de cara a una carrera tan relevante como el G.P. Brasil (G1).
Luz verde para soñar en grande tienen los allegados del stud Red Rafa, criadores y propietarios de Osprey (Gober) una de las figuras consulares que dejó la jornada dominical disputada en el Hipódromo da Gávea y que tuvo entre sus cuatro contiendas clásicas, la disputa del Grande Premio Dezesseis De Julho (G2), la última gran antesala de lo que será la edición 2021 del Grande Premio Brasil (G1), pactado para el próximo domingo 15 de agosto.
Con apenas cuatro años de edad y cinco carreras corridas, Osprey figuraba como el menos experimentado de la nómina que tenía nombres de la talla de George Washington (Redattore), es titular de seis clásicos y uno de los fondistas más regulares del turf brasileño en las últimas temporadas.
El abanderado del stud Happy Again se adjudicó precisamente en 2019 el G.P. Brasil (G1) en Gávea y en 2020 hizo lo propio en el G.P. Sao Paulo (G1) en Cidade Jardim, mismo pleito en que este año, con motivo de su última intervención, vio desde el sexto lugar el éxito de Head Office (Wild Event) en la máxima cita para los fondistas paulistas. Por tanto, su regreso a Río de Janeiro parecía el trampolín para volver a las primeras planas y así lo entendió el público que lo hizo favorito en las apuestas.
Sin embargo, ni toda la experiencia de sus contendores pudo ante el ímpetu y la guapeza que plasmó en pista Osprey, que tras una buena largado vino encabezando el grupo de avanzada a lo menos durante los primeros 800 metros, mientras Ricky Ricardo (Catch A Flight) y Olympic Justin (Agnes Gold) lo acosaban en la ubicación de privilegio.
El defensor de la casaquilla del stud Red Rafa simplemente los dejó pasar y en algunos tramos intermedios de la carrera llegó a quedar relegado hasta al cuarto lugar, manteniéndose siempre por el lado interior, hasta enderezar a tierra derecha. Fue en la recta final que el pensionista de Ricardo Solanes dejó lo mejor de sí y de inmediato recuperó el tranco con un decisivo tranco, debiendo sacar a relucir todo su coraje para aguantar la ventaja en los 200 metros finales, toda vez que por dentro Indigo Guerreiro (Nedawi) y más abierto el favorito George Washington fueron en demanda de la victoria, pero finalmente no les alcanzó.
En una gran demostración de cualidades locomotivas y con toda la experiencia de Carlos Lavor, Osprey cruzó la meta triunfal imponiendo tres cuartos de cuerpo de ventaja frente a George Washington, mientras Indigo Guerreiro quedó relegado a la tercera ubicación a poco más de dos cuerpos.
El ganador empleó un registro de 2.26.53 para los 2.400 metros de recorrido, sentenciando el tercer triunfo de su campaña, hasta ahora el más importante, con apenas seis actuaciones.
De buena campaña en sus inicios, estuvo a tiro de cañón de dar el zarpazo a fines de septiembre del año pasado, arribando tercero apenas a pescuezo en los 2.000 metros del Linneo De Paula Machado (G1).
Luego de dicha actuación, se perdió por más de cinco meses, reprisando segundo en marzo y reencontrándose con los triunfos el pasado 30 de mayo, en una condicional para ganadores de una carrera en 2.000 metros, actuación que antecedió el gran salto cualitativo que dio en su campaña, marcando todo un hito en su despegue para pelear por un lugar entre los especialistas en la distancia, de cara a una carrera tan relevante como el G.P. Brasil (G1).
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