NUMERAUX por hocicoPerseverante, como si no quisiera que se le escape de ninguna manera la victoria, Numeraux (Global Hunter) logró este miércoles su primer éxito fuera de lo común en el Clásico Telescópico - Copa Regimiento de Infantería 1 Patricios, un cotejo con estructura de handicap que se desarrolló sobre 1200 metros en la pista de arena de San Isidro. Fue su debut en ese trazado para el reservado del haras La Providencia, que traía experiencia de competir en la cancha vecina, las dos de Palermo y la de La Plata. Y en el disco puso el hocico delante de Emberinado (Lizard Island), otro que carecía de antecedentes en esa pista y cargaba con el lastre de casi 10 meses sin correr y el peso más elevado del lote. No obstante, se defendió hasta el final.
Abel Romay salió de la gatera estimulando con el látigo a Qué Pingazo (Sidney´s Candy) junto a los palos, pero igualmente Emberinado resultó más veloz para enseñar el camino. No sólo eso, sino que en pleno codo, cuando tres de los cinco rivales lo encimaron, ya dio señales de que no estaba regresando de su inactividad para rendirse fácilmente. Todo lo contrario.
Con un kilo menos asigando, Numeraux se puso a la par en esa curva, mientras Never Pony (Most Improved), que llevaba 58 kg al igual que el puntero, rebotaba y perdía ritmo al mismo tiempo que Cheburek (Sidney´s Candy) y Qué Pingazo. En el fondo aguardaba Gerard Buttler (Cityscape), agazapado.
La recta final entregó un desenlace casi tan cerrado como lo había sido una semana antes otro clásico para ejemplares adultos pero con el doble del recorrido. El duelo entre Emberinado y Gerald Buttler se extendió hasta la meta, con el líder recuperando algo de luz cada vez que el zaino de la muserola amarilla buscaba quitarle la victoria. Hasta que la última estocada fue incontenible, y se resolvió en un final de fotografía, con Cheburek volviendo a la carga en el derecho para quedar a medio pescuezo en el tercer lugar.
A un cuerpo y medio, Qué Pingazo y Gerard Buttler no se sacaron ventajas al poner la lupa en la otra bandera verde, donde el cuarto puesto quedó igualado entre ellos, con Never Pony al hocico, en el último lugar, a menos de dos largos del vencedor.
De 554 kilos, el más grandote de los participantes en un cotejo de pesos pesado, y con la puesta a punto de Pedro Nickel, Numeraux alcanzó su cuarto triunfo en una tercera cancha diferente y en un nivel superior al de los anteriores. A las órdenes de Luis Vai, le dio vida a su mejor obra en la cita que recuerda al último ganador de la Cuádruple Corona argentina, en 1978.
Perseverante, como si no quisiera que se le escape de ninguna manera la victoria, Numeraux (Global Hunter) logró este miércoles su primer éxito fuera de lo común en el Clásico Telescópico - Copa Regimiento de Infantería 1 Patricios, un cotejo con estructura de handicap que se desarrolló sobre 1200 metros en la pista de arena de San Isidro. Fue su debut en ese trazado para el reservado del haras La Providencia, que traía experiencia de competir en la cancha vecina, las dos de Palermo y la de La Plata. Y en el disco puso el hocico delante de Emberinado (Lizard Island), otro que carecía de antecedentes en esa pista y cargaba con el lastre de casi 10 meses sin correr y el peso más elevado del lote. No obstante, se defendió hasta el final.
Abel Romay salió de la gatera estimulando con el látigo a Qué Pingazo (Sidney´s Candy) junto a los palos, pero igualmente Emberinado resultó más veloz para enseñar el camino. No sólo eso, sino que en pleno codo, cuando tres de los cinco rivales lo encimaron, ya dio señales de que no estaba regresando de su inactividad para rendirse fácilmente. Todo lo contrario.
Con un kilo menos asigando, Numeraux se puso a la par en esa curva, mientras Never Pony (Most Improved), que llevaba 58 kg al igual que el puntero, rebotaba y perdía ritmo al mismo tiempo que Cheburek (Sidney´s Candy) y Qué Pingazo. En el fondo aguardaba Gerard Buttler (Cityscape), agazapado.
La recta final entregó un desenlace casi tan cerrado como lo había sido una semana antes otro clásico para ejemplares adultos pero con el doble del recorrido. El duelo entre Emberinado y Gerald Buttler se extendió hasta la meta, con el líder recuperando algo de luz cada vez que el zaino de la muserola amarilla buscaba quitarle la victoria. Hasta que la última estocada fue incontenible, y se resolvió en un final de fotografía, con Cheburek volviendo a la carga en el derecho para quedar a medio pescuezo en el tercer lugar.
A un cuerpo y medio, Qué Pingazo y Gerard Buttler no se sacaron ventajas al poner la lupa en la otra bandera verde, donde el cuarto puesto quedó igualado entre ellos, con Never Pony al hocico, en el último lugar, a menos de dos largos del vencedor.
De 554 kilos, el más grandote de los participantes en un cotejo de pesos pesado, y con la puesta a punto de Pedro Nickel, Numeraux alcanzó su cuarto triunfo en una tercera cancha diferente y en un nivel superior al de los anteriores. A las órdenes de Luis Vai, le dio vida a su mejor obra en la cita que recuerda al último ganador de la Cuádruple Corona argentina, en 1978.
Abel Romay salió de la gatera estimulando con el látigo a Qué Pingazo (Sidney´s Candy) junto a los palos, pero igualmente Emberinado resultó más veloz para enseñar el camino. No sólo eso, sino que en pleno codo, cuando tres de los cinco rivales lo encimaron, ya dio señales de que no estaba regresando de su inactividad para rendirse fácilmente. Todo lo contrario.
Con un kilo menos asigando, Numeraux se puso a la par en esa curva, mientras Never Pony (Most Improved), que llevaba 58 kg al igual que el puntero, rebotaba y perdía ritmo al mismo tiempo que Cheburek (Sidney´s Candy) y Qué Pingazo. En el fondo aguardaba Gerard Buttler (Cityscape), agazapado.
La recta final entregó un desenlace casi tan cerrado como lo había sido una semana antes otro clásico para ejemplares adultos pero con el doble del recorrido. El duelo entre Emberinado y Gerald Buttler se extendió hasta la meta, con el líder recuperando algo de luz cada vez que el zaino de la muserola amarilla buscaba quitarle la victoria. Hasta que la última estocada fue incontenible, y se resolvió en un final de fotografía, con Cheburek volviendo a la carga en el derecho para quedar a medio pescuezo en el tercer lugar.
A un cuerpo y medio, Qué Pingazo y Gerard Buttler no se sacaron ventajas al poner la lupa en la otra bandera verde, donde el cuarto puesto quedó igualado entre ellos, con Never Pony al hocico, en el último lugar, a menos de dos largos del vencedor.
De 554 kilos, el más grandote de los participantes en un cotejo de pesos pesado, y con la puesta a punto de Pedro Nickel, Numeraux alcanzó su cuarto triunfo en una tercera cancha diferente y en un nivel superior al de los anteriores. A las órdenes de Luis Vai, le dio vida a su mejor obra en la cita que recuerda al último ganador de la Cuádruple Corona argentina, en 1978.
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