HELLAS VERONA, ocho meses no son nadaA 14 meses de su última victoria y a ocho de su anterior carrera, Hellas Verona (Interaction) pidió que no se olviden de ella. Y para eso, entregó en el Handicap Ipe su mejor versión, escalando desde el fondo del lote para imponerse por dos cuerpos y medio en los 2000 metros de la pista de arena de San Isidro que marcaron una reaparición con pronóstico extendido de buen clima.
Montada por Eduardo Ortega Pavón, quien las tres veces que la corrió lo hizo en forma triunfal y coincide con sus tres últimas victorias, la representante del stud Haras Pozo de Luna reeditó su festejo de la anterior presentación en esa pista, también en dos kilómetros y en otro Handicap, el Condal, donde previo a la pandemia se había colgado su primera medalla jerárquica con facilidad, cargando un peso más accesible.
Aquellos 55 kilos se convirtieron esta vez en 59,5, el máximo del grupo. En medio de ambas citas surgió el coronavirus y tras el regreso con protocolos sólo llegó a competir en el Gran Premio Estrellas Distaff (G1-2000m) de Palermo, donde se clasificó tercera en septiembre. Demasiadas credenciales y poder locomotivo para que pudieran con ella sus rivales, más allá de las ventajas en el gravamen y la manera de correr.
Zia Carmela (Lasting Approval), la más veterana y más liviana de las anotadas, fue la única que no estuvo en el único cuerpo de partidores que se utilizó para liberar el camino. Mini Spirit (Peer Gynt) marcó el rumbo inicialmente y ofreció toda su valentía. Pleasant Prize (Pure Prize) le puso presión y le sacó la punta por escaso margen por momentos, pero la vanguardista regresó al frente al final del codo. Incluso, intentó darle pelea a Hellas Verona cuando ésta, con un Ortega Pavón relajado, retrocedió hasta el fondo en la curva para tomar impulso y en el derecho, como si fuera Moisés separando las aguas del Mar Rojo, se filtró por el medio de sus oponentes para llegar en un puñado de segundos adelante.
A cuatro cuadras del final, ya había liquidado el pleito la pensionista de Alfredo Gaitán Dassie, que buscó el abrigo de los palos para el remate final, sin ninguna que le hiciera fuerza. Mini Spirit se jugó tanto en todo momento que al filo del disco Giulitta (Most Improved) le quitó el placé por el hocico, con Just You (Grand Reward) avanzando hasta el cuarto puesto, por delante de Llamas de Acero (Fuego e Hierro) y Celeste y Blanca (Indy Point), que no llegaron a empujar tanto como insinuaban cuando se aproximaron al grupo.
Fue el quinto éxito de Hellas Verona y el visado para su regreso a corto plazo a los clásicos, un campo en el que ya venció esta temporada su hermana materna Huasanga (Suggestive Boy), otra de las destacadas hijas de la chilena Hueyusca (Hussonet).
A 14 meses de su última victoria y a ocho de su anterior carrera, Hellas Verona (Interaction) pidió que no se olviden de ella. Y para eso, entregó en el Handicap Ipe su mejor versión, escalando desde el fondo del lote para imponerse por dos cuerpos y medio en los 2000 metros de la pista de arena de San Isidro que marcaron una reaparición con pronóstico extendido de buen clima.
Montada por Eduardo Ortega Pavón, quien las tres veces que la corrió lo hizo en forma triunfal y coincide con sus tres últimas victorias, la representante del stud Haras Pozo de Luna reeditó su festejo de la anterior presentación en esa pista, también en dos kilómetros y en otro Handicap, el Condal, donde previo a la pandemia se había colgado su primera medalla jerárquica con facilidad, cargando un peso más accesible.
Aquellos 55 kilos se convirtieron esta vez en 59,5, el máximo del grupo. En medio de ambas citas surgió el coronavirus y tras el regreso con protocolos sólo llegó a competir en el Gran Premio Estrellas Distaff (G1-2000m) de Palermo, donde se clasificó tercera en septiembre. Demasiadas credenciales y poder locomotivo para que pudieran con ella sus rivales, más allá de las ventajas en el gravamen y la manera de correr.
Zia Carmela (Lasting Approval), la más veterana y más liviana de las anotadas, fue la única que no estuvo en el único cuerpo de partidores que se utilizó para liberar el camino. Mini Spirit (Peer Gynt) marcó el rumbo inicialmente y ofreció toda su valentía. Pleasant Prize (Pure Prize) le puso presión y le sacó la punta por escaso margen por momentos, pero la vanguardista regresó al frente al final del codo. Incluso, intentó darle pelea a Hellas Verona cuando ésta, con un Ortega Pavón relajado, retrocedió hasta el fondo en la curva para tomar impulso y en el derecho, como si fuera Moisés separando las aguas del Mar Rojo, se filtró por el medio de sus oponentes para llegar en un puñado de segundos adelante.
A cuatro cuadras del final, ya había liquidado el pleito la pensionista de Alfredo Gaitán Dassie, que buscó el abrigo de los palos para el remate final, sin ninguna que le hiciera fuerza. Mini Spirit se jugó tanto en todo momento que al filo del disco Giulitta (Most Improved) le quitó el placé por el hocico, con Just You (Grand Reward) avanzando hasta el cuarto puesto, por delante de Llamas de Acero (Fuego e Hierro) y Celeste y Blanca (Indy Point), que no llegaron a empujar tanto como insinuaban cuando se aproximaron al grupo.
Fue el quinto éxito de Hellas Verona y el visado para su regreso a corto plazo a los clásicos, un campo en el que ya venció esta temporada su hermana materna Huasanga (Suggestive Boy), otra de las destacadas hijas de la chilena Hueyusca (Hussonet).
Montada por Eduardo Ortega Pavón, quien las tres veces que la corrió lo hizo en forma triunfal y coincide con sus tres últimas victorias, la representante del stud Haras Pozo de Luna reeditó su festejo de la anterior presentación en esa pista, también en dos kilómetros y en otro Handicap, el Condal, donde previo a la pandemia se había colgado su primera medalla jerárquica con facilidad, cargando un peso más accesible.
Aquellos 55 kilos se convirtieron esta vez en 59,5, el máximo del grupo. En medio de ambas citas surgió el coronavirus y tras el regreso con protocolos sólo llegó a competir en el Gran Premio Estrellas Distaff (G1-2000m) de Palermo, donde se clasificó tercera en septiembre. Demasiadas credenciales y poder locomotivo para que pudieran con ella sus rivales, más allá de las ventajas en el gravamen y la manera de correr.
Zia Carmela (Lasting Approval), la más veterana y más liviana de las anotadas, fue la única que no estuvo en el único cuerpo de partidores que se utilizó para liberar el camino. Mini Spirit (Peer Gynt) marcó el rumbo inicialmente y ofreció toda su valentía. Pleasant Prize (Pure Prize) le puso presión y le sacó la punta por escaso margen por momentos, pero la vanguardista regresó al frente al final del codo. Incluso, intentó darle pelea a Hellas Verona cuando ésta, con un Ortega Pavón relajado, retrocedió hasta el fondo en la curva para tomar impulso y en el derecho, como si fuera Moisés separando las aguas del Mar Rojo, se filtró por el medio de sus oponentes para llegar en un puñado de segundos adelante.
A cuatro cuadras del final, ya había liquidado el pleito la pensionista de Alfredo Gaitán Dassie, que buscó el abrigo de los palos para el remate final, sin ninguna que le hiciera fuerza. Mini Spirit se jugó tanto en todo momento que al filo del disco Giulitta (Most Improved) le quitó el placé por el hocico, con Just You (Grand Reward) avanzando hasta el cuarto puesto, por delante de Llamas de Acero (Fuego e Hierro) y Celeste y Blanca (Indy Point), que no llegaron a empujar tanto como insinuaban cuando se aproximaron al grupo.
Fue el quinto éxito de Hellas Verona y el visado para su regreso a corto plazo a los clásicos, un campo en el que ya venció esta temporada su hermana materna Huasanga (Suggestive Boy), otra de las destacadas hijas de la chilena Hueyusca (Hussonet).
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