KEEP DOWN de punta a punta"Es un triunfo muy especial porque su principal propietario es muy fanático y debe estar llorando de la emoción desde donde haya estado viendo la carrera", aventuró Antonio Cintra, el entrenador del brasileño Keep Down (Amigoni), ya con el trofeo del Gran Premio Batalla de Las Piedras - Copa Cámara de Representantes (URU-G3) apretado al pecho. No detalló sobre cuál de los cuatro socios a los que les hará réplicas para que cada uno tenga su recuerdo de la victoria se refería. Podría asociarse la imagen con cualquiera de ellos.
Giorgian de Arrascaeta, el futbolista que actualmente juega en Flamengo, comparte el sueño con Renato Bonfiglioli Muoio, Nicholas y Enrico Jarussi. Ellos ya intentaron ganar dos veces el José Pedro Ramírez (G1) de Maroñas con el nieto materno del chileno Lido Palace (Rich Man´s Gold) y, si bien no estuvieron cerca aunque el caballo llegó tercero este año, se pueden ilusionar a futuro luego de haberse adueñado este martes de la prueba principal del calendario pedrense, cuyos 2000 metros dominó de punta a punta.
"Lo habíamos intentado llevar más cómodo en el desarrollo y no nos salió bien. Nos llevó un tiempo darnos cuenta que le gustaba correr adelante y también, creo, aclimatarse a Montevideo. Cuando se sintió bien, comenzó a responder mejor", confesó Cintra, que además tenía en la carrera al favorito, Olympic Harvard (Drosselmeyer), cuya arremetida desde casi el fondo esta vez no tuvo la libertad de otras tardes y no pudo repetir la conquista del año pasado: quedó cuarto, a poco menos de un cuerpo de su coterráneo, al que parecía tener de hijo. Esta vez no.
Deividi Gaier construyó un triunfo de manual en las riendas del representante del stud Nova Gloria & Jarussi. Llevó adelante a su conducido desde el comienzo, marcó el ritmo a voluntad y superada la mitad de la carrera invitó a sus siete adversarios a probar si eran capaces de tener su misma resistencia. Russian Time (Ioya Bigtime) apuró el paso en el opuesto y fue el primero en rebotar, hasta el punto de retroceder hasta el fondo. Luego, el argentino Card Day (Harlan´s Holiday), que lo había seguido a prudencial distancia en el inicio, hizo el intento de arrimarse, pero llegó a la recta final forzado y con poca reserva en el tanque: quedó séptimo, finalmente.
En el derecho, Gaier sacó a Keep Down más allá de la mitad de la cancha y el alazán le hizo notar que no estaba dispuesto a ceder la posición de privilegio así nomás. Para donde mirara, algún rival asomaba con intenciones de arrebatarle la corona. El disco lo encontró guapeando, sin que ninguno pudiera atraparlo.
Pex (Ecclesiastic), al que venía de dejar tercero en el Gran Premio Municipal (URU-G2) de Maroñas el mes pasado, lo escoltó desde medio cuerpo, con Leopardo Real (The Leopard) en el tercer puesto, abierto, al pescuezo del escolta y medio cogote delante del preferido por la mayoría, que hizo mucha fuerza para intentar encontrar los espacios en un recorrido que, por otra parte, no es el que mejor le sienta por su condición de galopador.
De 4 años y criado en el haras Palmerini, Keep Down llegó a Uruguay en el verano de 2019 para correr la máxima cita de ese país, la noche del retiro de Pablo Falero, en las riendas de... Olympic Harvard. Desde entonces sumó tres conquistas, las dos últimas de manera consecutiva, para añadir a las cinco que había capitalizado de potrillo en Cidade Jardim, el hipódromo de San Pablo. Reconvertido y aclimatado, clama por su condición de nueva estrella.
"Es un triunfo muy especial porque su principal propietario es muy fanático y debe estar llorando de la emoción desde donde haya estado viendo la carrera", aventuró Antonio Cintra, el entrenador del brasileño Keep Down (Amigoni), ya con el trofeo del Gran Premio Batalla de Las Piedras - Copa Cámara de Representantes (URU-G3) apretado al pecho. No detalló sobre cuál de los cuatro socios a los que les hará réplicas para que cada uno tenga su recuerdo de la victoria se refería. Podría asociarse la imagen con cualquiera de ellos.
Giorgian de Arrascaeta, el futbolista que actualmente juega en Flamengo, comparte el sueño con Renato Bonfiglioli Muoio, Nicholas y Enrico Jarussi. Ellos ya intentaron ganar dos veces el José Pedro Ramírez (G1) de Maroñas con el nieto materno del chileno Lido Palace (Rich Man´s Gold) y, si bien no estuvieron cerca aunque el caballo llegó tercero este año, se pueden ilusionar a futuro luego de haberse adueñado este martes de la prueba principal del calendario pedrense, cuyos 2000 metros dominó de punta a punta.
"Lo habíamos intentado llevar más cómodo en el desarrollo y no nos salió bien. Nos llevó un tiempo darnos cuenta que le gustaba correr adelante y también, creo, aclimatarse a Montevideo. Cuando se sintió bien, comenzó a responder mejor", confesó Cintra, que además tenía en la carrera al favorito, Olympic Harvard (Drosselmeyer), cuya arremetida desde casi el fondo esta vez no tuvo la libertad de otras tardes y no pudo repetir la conquista del año pasado: quedó cuarto, a poco menos de un cuerpo de su coterráneo, al que parecía tener de hijo. Esta vez no.
Deividi Gaier construyó un triunfo de manual en las riendas del representante del stud Nova Gloria & Jarussi. Llevó adelante a su conducido desde el comienzo, marcó el ritmo a voluntad y superada la mitad de la carrera invitó a sus siete adversarios a probar si eran capaces de tener su misma resistencia. Russian Time (Ioya Bigtime) apuró el paso en el opuesto y fue el primero en rebotar, hasta el punto de retroceder hasta el fondo. Luego, el argentino Card Day (Harlan´s Holiday), que lo había seguido a prudencial distancia en el inicio, hizo el intento de arrimarse, pero llegó a la recta final forzado y con poca reserva en el tanque: quedó séptimo, finalmente.
En el derecho, Gaier sacó a Keep Down más allá de la mitad de la cancha y el alazán le hizo notar que no estaba dispuesto a ceder la posición de privilegio así nomás. Para donde mirara, algún rival asomaba con intenciones de arrebatarle la corona. El disco lo encontró guapeando, sin que ninguno pudiera atraparlo.
Pex (Ecclesiastic), al que venía de dejar tercero en el Gran Premio Municipal (URU-G2) de Maroñas el mes pasado, lo escoltó desde medio cuerpo, con Leopardo Real (The Leopard) en el tercer puesto, abierto, al pescuezo del escolta y medio cogote delante del preferido por la mayoría, que hizo mucha fuerza para intentar encontrar los espacios en un recorrido que, por otra parte, no es el que mejor le sienta por su condición de galopador.
De 4 años y criado en el haras Palmerini, Keep Down llegó a Uruguay en el verano de 2019 para correr la máxima cita de ese país, la noche del retiro de Pablo Falero, en las riendas de... Olympic Harvard. Desde entonces sumó tres conquistas, las dos últimas de manera consecutiva, para añadir a las cinco que había capitalizado de potrillo en Cidade Jardim, el hipódromo de San Pablo. Reconvertido y aclimatado, clama por su condición de nueva estrella.
Giorgian de Arrascaeta, el futbolista que actualmente juega en Flamengo, comparte el sueño con Renato Bonfiglioli Muoio, Nicholas y Enrico Jarussi. Ellos ya intentaron ganar dos veces el José Pedro Ramírez (G1) de Maroñas con el nieto materno del chileno Lido Palace (Rich Man´s Gold) y, si bien no estuvieron cerca aunque el caballo llegó tercero este año, se pueden ilusionar a futuro luego de haberse adueñado este martes de la prueba principal del calendario pedrense, cuyos 2000 metros dominó de punta a punta.
"Lo habíamos intentado llevar más cómodo en el desarrollo y no nos salió bien. Nos llevó un tiempo darnos cuenta que le gustaba correr adelante y también, creo, aclimatarse a Montevideo. Cuando se sintió bien, comenzó a responder mejor", confesó Cintra, que además tenía en la carrera al favorito, Olympic Harvard (Drosselmeyer), cuya arremetida desde casi el fondo esta vez no tuvo la libertad de otras tardes y no pudo repetir la conquista del año pasado: quedó cuarto, a poco menos de un cuerpo de su coterráneo, al que parecía tener de hijo. Esta vez no.
Deividi Gaier construyó un triunfo de manual en las riendas del representante del stud Nova Gloria & Jarussi. Llevó adelante a su conducido desde el comienzo, marcó el ritmo a voluntad y superada la mitad de la carrera invitó a sus siete adversarios a probar si eran capaces de tener su misma resistencia. Russian Time (Ioya Bigtime) apuró el paso en el opuesto y fue el primero en rebotar, hasta el punto de retroceder hasta el fondo. Luego, el argentino Card Day (Harlan´s Holiday), que lo había seguido a prudencial distancia en el inicio, hizo el intento de arrimarse, pero llegó a la recta final forzado y con poca reserva en el tanque: quedó séptimo, finalmente.
En el derecho, Gaier sacó a Keep Down más allá de la mitad de la cancha y el alazán le hizo notar que no estaba dispuesto a ceder la posición de privilegio así nomás. Para donde mirara, algún rival asomaba con intenciones de arrebatarle la corona. El disco lo encontró guapeando, sin que ninguno pudiera atraparlo.
Pex (Ecclesiastic), al que venía de dejar tercero en el Gran Premio Municipal (URU-G2) de Maroñas el mes pasado, lo escoltó desde medio cuerpo, con Leopardo Real (The Leopard) en el tercer puesto, abierto, al pescuezo del escolta y medio cogote delante del preferido por la mayoría, que hizo mucha fuerza para intentar encontrar los espacios en un recorrido que, por otra parte, no es el que mejor le sienta por su condición de galopador.
De 4 años y criado en el haras Palmerini, Keep Down llegó a Uruguay en el verano de 2019 para correr la máxima cita de ese país, la noche del retiro de Pablo Falero, en las riendas de... Olympic Harvard. Desde entonces sumó tres conquistas, las dos últimas de manera consecutiva, para añadir a las cinco que había capitalizado de potrillo en Cidade Jardim, el hipódromo de San Pablo. Reconvertido y aclimatado, clama por su condición de nueva estrella.
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