A LA REMOTA pista de Palermo que cae bien
La arena de Palermo es su lugar en el mundo para La Remota (Remote), aunque represente al stud Valle María, de Paraná, en el litoral argentino. Y sobre todo las carreras sobre 1000 metros, que es donde la yegua logró sus cinco triunfos, el último de ellos este sábado en el Clásico General Güemes (G3), en una definición cerrada con la favorita La Hilary (Grand Reward), que fue su escolta a la cabeza.
Se invirtieron las posiciones entre ellas respecto de la prueba en la que habían coincidido el mes pasado, con roles secundarios. Clara Danger (Claro Oscuro), ganadora por entonces del Venezuela (G2) y la única potranca que había sido inscripta esta vez, no fue llevada esta vez al hipódromo, dejó abierto el interrogante que había quedado tras su floja respuesta hace unas semanas en el césped de San Isidro y aquellas aprovecharon su faltazo y el de Che Maga (Violence), que está a la espera del Félix de Álzaga Unzué (G1).
Y en ese contexto, con solamente cuatro participantes en las gateras, la cita principal de la jornada porteña entregó otro desenlace emocionante, como había sucedido en el otro clásico de la fecha, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (L-1800m). Pero esta vez, a toda velocidad y guapeza, que es lo que aportó La Remota buscando hacia afuera luego de largar de la jaula más cercana a los palos.
Fue adelante y no se rindió. "Es ligera y parecía que la de Gonçalves me ganaba, pero al final se aguantó", analizó brevemente William Pereyra, acompañado de su hija Guadalupe, luego de que su yegua reaccionó y postergó a la que venía de llegar tres cuerpos delante en un compromiso similar. A Indómita Seattle (Seattle Fitz), seguirles el ritmo le jugó una mala pasada: casi al filo del disco quedó última, por la cabeza, ante su merma y el empuje de Whatsapeame (Fragotero), a la que se le hacía difícil seguir la carrera en su retroceso desde las carreras de codo y en mayores distancias.
La Hilary llegó a dominar y parecía que lo había hecho a voluntad, pero cuando se acercó la zona decisiva no tuvo la explosión que suele tener cuando atropellada. Y la zaina criada en Vacación y presentada por Ángel Cámpora no perdonó, y logró jerarquizarse en su tercer intento fuera de lo común y el segundo en un cotejo de Grado. Vio la ocasión y no la dejó pasar.
La arena de Palermo es su lugar en el mundo para La Remota (Remote), aunque represente al stud Valle María, de Paraná, en el litoral argentino. Y sobre todo las carreras sobre 1000 metros, que es donde la yegua logró sus cinco triunfos, el último de ellos este sábado en el Clásico General Güemes (G3), en una definición cerrada con la favorita La Hilary (Grand Reward), que fue su escolta a la cabeza.
Se invirtieron las posiciones entre ellas respecto de la prueba en la que habían coincidido el mes pasado, con roles secundarios. Clara Danger (Claro Oscuro), ganadora por entonces del Venezuela (G2) y la única potranca que había sido inscripta esta vez, no fue llevada esta vez al hipódromo, dejó abierto el interrogante que había quedado tras su floja respuesta hace unas semanas en el césped de San Isidro y aquellas aprovecharon su faltazo y el de Che Maga (Violence), que está a la espera del Félix de Álzaga Unzué (G1).
Y en ese contexto, con solamente cuatro participantes en las gateras, la cita principal de la jornada porteña entregó otro desenlace emocionante, como había sucedido en el otro clásico de la fecha, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (L-1800m). Pero esta vez, a toda velocidad y guapeza, que es lo que aportó La Remota buscando hacia afuera luego de largar de la jaula más cercana a los palos.
Fue adelante y no se rindió. "Es ligera y parecía que la de Gonçalves me ganaba, pero al final se aguantó", analizó brevemente William Pereyra, acompañado de su hija Guadalupe, luego de que su yegua reaccionó y postergó a la que venía de llegar tres cuerpos delante en un compromiso similar. A Indómita Seattle (Seattle Fitz), seguirles el ritmo le jugó una mala pasada: casi al filo del disco quedó última, por la cabeza, ante su merma y el empuje de Whatsapeame (Fragotero), a la que se le hacía difícil seguir la carrera en su retroceso desde las carreras de codo y en mayores distancias.
La Hilary llegó a dominar y parecía que lo había hecho a voluntad, pero cuando se acercó la zona decisiva no tuvo la explosión que suele tener cuando atropellada. Y la zaina criada en Vacación y presentada por Ángel Cámpora no perdonó, y logró jerarquizarse en su tercer intento fuera de lo común y el segundo en un cotejo de Grado. Vio la ocasión y no la dejó pasar.
Se invirtieron las posiciones entre ellas respecto de la prueba en la que habían coincidido el mes pasado, con roles secundarios. Clara Danger (Claro Oscuro), ganadora por entonces del Venezuela (G2) y la única potranca que había sido inscripta esta vez, no fue llevada esta vez al hipódromo, dejó abierto el interrogante que había quedado tras su floja respuesta hace unas semanas en el césped de San Isidro y aquellas aprovecharon su faltazo y el de Che Maga (Violence), que está a la espera del Félix de Álzaga Unzué (G1).
Y en ese contexto, con solamente cuatro participantes en las gateras, la cita principal de la jornada porteña entregó otro desenlace emocionante, como había sucedido en el otro clásico de la fecha, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (L-1800m). Pero esta vez, a toda velocidad y guapeza, que es lo que aportó La Remota buscando hacia afuera luego de largar de la jaula más cercana a los palos.
Fue adelante y no se rindió. "Es ligera y parecía que la de Gonçalves me ganaba, pero al final se aguantó", analizó brevemente William Pereyra, acompañado de su hija Guadalupe, luego de que su yegua reaccionó y postergó a la que venía de llegar tres cuerpos delante en un compromiso similar. A Indómita Seattle (Seattle Fitz), seguirles el ritmo le jugó una mala pasada: casi al filo del disco quedó última, por la cabeza, ante su merma y el empuje de Whatsapeame (Fragotero), a la que se le hacía difícil seguir la carrera en su retroceso desde las carreras de codo y en mayores distancias.
La Hilary llegó a dominar y parecía que lo había hecho a voluntad, pero cuando se acercó la zona decisiva no tuvo la explosión que suele tener cuando atropellada. Y la zaina criada en Vacación y presentada por Ángel Cámpora no perdonó, y logró jerarquizarse en su tercer intento fuera de lo común y el segundo en un cotejo de Grado. Vio la ocasión y no la dejó pasar.
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