DONA ALICE y la tercera la vencidaDona Alice (Morning Line) fue este miércoles dueña absoluta del Handicap Saint Simon, disputado en la milla de arena del hipódromo de San Isidro. En su tercera experiencia jerárquica, la yegua que desde esta temporada responde al stud Luisana logró la mejor de sus cinco conquistas al asumir el protagonismo desde la largada y ponerle un freno a las intenciones de cada una de las que buscó vulnerarla. Imperturbable, siguió adelante hasta el final para superar por un cuerpo a Splend Nistel (Van Nistelrooy) y dejar tercera a Etoile de Epinal (Mount Nelson), dos de las más livianas del lote.
Ellas fueron, además, dos de las que en algún momento de la prueba aparecieron detrás de la puntera y ganadora para presionarla y encontrarle un punto débil. No pudieron y terminaron discutiendo el placé, separadas por medio cuerpo, luego de que Joy Helada (Fortify) apareciera tras los pasos de Dona Alice a poco de andar y Silverscape (Cityscape) tomara la posta en la persecución entre los 1200 y los últimos metros del codo.
Al llegar al tramo recto, Eduardo Ortega Pavón no sólo intentó la disparada con la zaina negra criada por Iván Gasparotto en el haras La Leyenda de Areco sino que la concretó y desde su montura se mantuvo ajeno a lo que sucedía detrás. Así, fue el primer jinete en repetir una foto con la yegua que fue importada en el vientre de su madre, My Fair Ashton (Sky Mesa), puesto que la había guiado en el éxito en agosto pasado, también en 1600 metros pero en el pasto del escenario norteño.
Antes, en su etapa al mando de Agustín Pavlovsky y luciendo los colores de su criador, había cosechado sus otras tres victorias de la mano de Francisco Gonçalves, Aníbal Cabrera y Facundo Roldán, en estos casos compitiendo en la arena de Palermo. Allí fue, incluso, donde había dado su primer paso en una prueba con ventajas en los pesos, al escoltar en la grama a Yumara Chica (Cityscape) con un peso similar a los 54 kilos que cargó esta vez.
Irreconocible, Joy Velika (Fortify) resultó una sombra de lo esperado para sus antecedentes en cotejos de mayor jerarquía. Inquieta en la gatera, salió lenta, pronto quedó última y aunque mejoró unos lugares en la curva para llegar al derecho en condiciones de atropellar, Gonçalves no tuvo respuestas y, lejos de progresar, retrocedió hasta el noveno lugar, solamente por delante de Perica Runner (Star Runner), que ya había quedado trotando en el fondo a 600 metros del disco.
Dona Alice (Morning Line) fue este miércoles dueña absoluta del Handicap Saint Simon, disputado en la milla de arena del hipódromo de San Isidro. En su tercera experiencia jerárquica, la yegua que desde esta temporada responde al stud Luisana logró la mejor de sus cinco conquistas al asumir el protagonismo desde la largada y ponerle un freno a las intenciones de cada una de las que buscó vulnerarla. Imperturbable, siguió adelante hasta el final para superar por un cuerpo a Splend Nistel (Van Nistelrooy) y dejar tercera a Etoile de Epinal (Mount Nelson), dos de las más livianas del lote.
Ellas fueron, además, dos de las que en algún momento de la prueba aparecieron detrás de la puntera y ganadora para presionarla y encontrarle un punto débil. No pudieron y terminaron discutiendo el placé, separadas por medio cuerpo, luego de que Joy Helada (Fortify) apareciera tras los pasos de Dona Alice a poco de andar y Silverscape (Cityscape) tomara la posta en la persecución entre los 1200 y los últimos metros del codo.
Al llegar al tramo recto, Eduardo Ortega Pavón no sólo intentó la disparada con la zaina negra criada por Iván Gasparotto en el haras La Leyenda de Areco sino que la concretó y desde su montura se mantuvo ajeno a lo que sucedía detrás. Así, fue el primer jinete en repetir una foto con la yegua que fue importada en el vientre de su madre, My Fair Ashton (Sky Mesa), puesto que la había guiado en el éxito en agosto pasado, también en 1600 metros pero en el pasto del escenario norteño.
Antes, en su etapa al mando de Agustín Pavlovsky y luciendo los colores de su criador, había cosechado sus otras tres victorias de la mano de Francisco Gonçalves, Aníbal Cabrera y Facundo Roldán, en estos casos compitiendo en la arena de Palermo. Allí fue, incluso, donde había dado su primer paso en una prueba con ventajas en los pesos, al escoltar en la grama a Yumara Chica (Cityscape) con un peso similar a los 54 kilos que cargó esta vez.
Irreconocible, Joy Velika (Fortify) resultó una sombra de lo esperado para sus antecedentes en cotejos de mayor jerarquía. Inquieta en la gatera, salió lenta, pronto quedó última y aunque mejoró unos lugares en la curva para llegar al derecho en condiciones de atropellar, Gonçalves no tuvo respuestas y, lejos de progresar, retrocedió hasta el noveno lugar, solamente por delante de Perica Runner (Star Runner), que ya había quedado trotando en el fondo a 600 metros del disco.
Ellas fueron, además, dos de las que en algún momento de la prueba aparecieron detrás de la puntera y ganadora para presionarla y encontrarle un punto débil. No pudieron y terminaron discutiendo el placé, separadas por medio cuerpo, luego de que Joy Helada (Fortify) apareciera tras los pasos de Dona Alice a poco de andar y Silverscape (Cityscape) tomara la posta en la persecución entre los 1200 y los últimos metros del codo.
Al llegar al tramo recto, Eduardo Ortega Pavón no sólo intentó la disparada con la zaina negra criada por Iván Gasparotto en el haras La Leyenda de Areco sino que la concretó y desde su montura se mantuvo ajeno a lo que sucedía detrás. Así, fue el primer jinete en repetir una foto con la yegua que fue importada en el vientre de su madre, My Fair Ashton (Sky Mesa), puesto que la había guiado en el éxito en agosto pasado, también en 1600 metros pero en el pasto del escenario norteño.
Antes, en su etapa al mando de Agustín Pavlovsky y luciendo los colores de su criador, había cosechado sus otras tres victorias de la mano de Francisco Gonçalves, Aníbal Cabrera y Facundo Roldán, en estos casos compitiendo en la arena de Palermo. Allí fue, incluso, donde había dado su primer paso en una prueba con ventajas en los pesos, al escoltar en la grama a Yumara Chica (Cityscape) con un peso similar a los 54 kilos que cargó esta vez.
Irreconocible, Joy Velika (Fortify) resultó una sombra de lo esperado para sus antecedentes en cotejos de mayor jerarquía. Inquieta en la gatera, salió lenta, pronto quedó última y aunque mejoró unos lugares en la curva para llegar al derecho en condiciones de atropellar, Gonçalves no tuvo respuestas y, lejos de progresar, retrocedió hasta el noveno lugar, solamente por delante de Perica Runner (Star Runner), que ya había quedado trotando en el fondo a 600 metros del disco.
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