TIO BOY con cuatro cuerpos de ventajaVolvió a la victoria este martes luego de casi once meses Tío Boy (Greenspring), pero también podrá decirse que lo hizo apenas después de dos carreras de haber cortado su serie triunfal. El año que comenzó con una victoria para el caballo del stud El Ciclón termina igual con esta conquista por cuatro cuerpos en el Clásico Oswaldo Aranha (L), en la milla del hipódromo de La Plata, aunque entre ambas haya tenido muy poca participación.
En su regreso al campo mejor rentado y en su primera presentación más allá de los 1400 metros, el pensionista de Marcelo Sueldo hizo todo sencillo en el trazado que mejor se ha desempeñado, al punto de lograr allí sus cuatro triunfos, en cinco ocasiones que fue llevado. De potrillo ya había dejado su huella ganando a las órdenes de Brian Enrique el Especial Iniciación (1000 metros) y el Agustín B. Gambier (G3-1200m), pero apareció el Covid, cerraron los hipódromos argentinos y tuvo que esperar ocho meses para reinsertarse, en una condicional.
"Lo conozco más de las mañanas que de haberlo corrido, porque lo había hecho una sola vez conmigo, pero es un caballo al que siempre le tuvimos un buen concepto. Es muy manso, sobón... No sólo deja buena impresión al llegar por primera vez a la milla sino que no va a tener ningún problema más adelante en más distancia, si fuera a decidirse subirlo", remarcó Rodrigo Blanco, su jockey, quien se integró este año al grupo de trabajo de Sueldo y solamente había llegado a guiar al zaino al reaparecer en una condicional en mayo, antes de un nuevo impasse en su campaña. Algunas dolencias menores, tal vez, le quitaron presencia en los programas, pero tiene una alta eficacia, con un 50% de triunfos.
En el Aranha (L), Tío Boy llegó a la punta cada vez que se lo propuso Blanco. Ganó el pique, luego acompañó a Tornazolado (Aerosol) que se había filtrado por los palos y desde la mitad del codo recuperó el liderazgo para escapar a voluntad, ajeno a la pelea por el placé. Don Beco (Lenovo), que por primera vez salió de San Isidro para competir, tuvo más reservas de energías para quedarse con el segundo lugar, un cuerpo delante de Bellaco Song (Ancindor), que desperdició bastante furia en los preparativos de la largada.
El más joven del lote fue el último en ingresar a las gateras, con la ayuda de una careta, pero no tardó en saltar dentro del aparato, quitarse de encima a su jinete, Elvio Candia Gutiérrez, y causarse algunos golpes, además de intranquilizar a Tornazolado mientras sus manos parecían que iban a engancharse en el aparato. Cuando se abrieron las gateras, la furia era limitada y, además, tuvo un pequeño contratiempo cuando se quedó sin espacio junto a los palos en el opuesto y, por eso, debió buscar por afuera en el codo.
De 482 kilos y cría de Vikeda SRL, Tío Boy respondió al favoritismo de los aficionados. Aquel precoz que a fines de 2019 ya estaba corriendo en el césped y en la arena es hoy un caballo con una buena campaña y una linda proyección.
Volvió a la victoria este martes luego de casi once meses Tío Boy (Greenspring), pero también podrá decirse que lo hizo apenas después de dos carreras de haber cortado su serie triunfal. El año que comenzó con una victoria para el caballo del stud El Ciclón termina igual con esta conquista por cuatro cuerpos en el Clásico Oswaldo Aranha (L), en la milla del hipódromo de La Plata, aunque entre ambas haya tenido muy poca participación.
En su regreso al campo mejor rentado y en su primera presentación más allá de los 1400 metros, el pensionista de Marcelo Sueldo hizo todo sencillo en el trazado que mejor se ha desempeñado, al punto de lograr allí sus cuatro triunfos, en cinco ocasiones que fue llevado. De potrillo ya había dejado su huella ganando a las órdenes de Brian Enrique el Especial Iniciación (1000 metros) y el Agustín B. Gambier (G3-1200m), pero apareció el Covid, cerraron los hipódromos argentinos y tuvo que esperar ocho meses para reinsertarse, en una condicional.
"Lo conozco más de las mañanas que de haberlo corrido, porque lo había hecho una sola vez conmigo, pero es un caballo al que siempre le tuvimos un buen concepto. Es muy manso, sobón... No sólo deja buena impresión al llegar por primera vez a la milla sino que no va a tener ningún problema más adelante en más distancia, si fuera a decidirse subirlo", remarcó Rodrigo Blanco, su jockey, quien se integró este año al grupo de trabajo de Sueldo y solamente había llegado a guiar al zaino al reaparecer en una condicional en mayo, antes de un nuevo impasse en su campaña. Algunas dolencias menores, tal vez, le quitaron presencia en los programas, pero tiene una alta eficacia, con un 50% de triunfos.
En el Aranha (L), Tío Boy llegó a la punta cada vez que se lo propuso Blanco. Ganó el pique, luego acompañó a Tornazolado (Aerosol) que se había filtrado por los palos y desde la mitad del codo recuperó el liderazgo para escapar a voluntad, ajeno a la pelea por el placé. Don Beco (Lenovo), que por primera vez salió de San Isidro para competir, tuvo más reservas de energías para quedarse con el segundo lugar, un cuerpo delante de Bellaco Song (Ancindor), que desperdició bastante furia en los preparativos de la largada.
El más joven del lote fue el último en ingresar a las gateras, con la ayuda de una careta, pero no tardó en saltar dentro del aparato, quitarse de encima a su jinete, Elvio Candia Gutiérrez, y causarse algunos golpes, además de intranquilizar a Tornazolado mientras sus manos parecían que iban a engancharse en el aparato. Cuando se abrieron las gateras, la furia era limitada y, además, tuvo un pequeño contratiempo cuando se quedó sin espacio junto a los palos en el opuesto y, por eso, debió buscar por afuera en el codo.
De 482 kilos y cría de Vikeda SRL, Tío Boy respondió al favoritismo de los aficionados. Aquel precoz que a fines de 2019 ya estaba corriendo en el césped y en la arena es hoy un caballo con una buena campaña y una linda proyección.
En su regreso al campo mejor rentado y en su primera presentación más allá de los 1400 metros, el pensionista de Marcelo Sueldo hizo todo sencillo en el trazado que mejor se ha desempeñado, al punto de lograr allí sus cuatro triunfos, en cinco ocasiones que fue llevado. De potrillo ya había dejado su huella ganando a las órdenes de Brian Enrique el Especial Iniciación (1000 metros) y el Agustín B. Gambier (G3-1200m), pero apareció el Covid, cerraron los hipódromos argentinos y tuvo que esperar ocho meses para reinsertarse, en una condicional.
"Lo conozco más de las mañanas que de haberlo corrido, porque lo había hecho una sola vez conmigo, pero es un caballo al que siempre le tuvimos un buen concepto. Es muy manso, sobón... No sólo deja buena impresión al llegar por primera vez a la milla sino que no va a tener ningún problema más adelante en más distancia, si fuera a decidirse subirlo", remarcó Rodrigo Blanco, su jockey, quien se integró este año al grupo de trabajo de Sueldo y solamente había llegado a guiar al zaino al reaparecer en una condicional en mayo, antes de un nuevo impasse en su campaña. Algunas dolencias menores, tal vez, le quitaron presencia en los programas, pero tiene una alta eficacia, con un 50% de triunfos.
En el Aranha (L), Tío Boy llegó a la punta cada vez que se lo propuso Blanco. Ganó el pique, luego acompañó a Tornazolado (Aerosol) que se había filtrado por los palos y desde la mitad del codo recuperó el liderazgo para escapar a voluntad, ajeno a la pelea por el placé. Don Beco (Lenovo), que por primera vez salió de San Isidro para competir, tuvo más reservas de energías para quedarse con el segundo lugar, un cuerpo delante de Bellaco Song (Ancindor), que desperdició bastante furia en los preparativos de la largada.
El más joven del lote fue el último en ingresar a las gateras, con la ayuda de una careta, pero no tardó en saltar dentro del aparato, quitarse de encima a su jinete, Elvio Candia Gutiérrez, y causarse algunos golpes, además de intranquilizar a Tornazolado mientras sus manos parecían que iban a engancharse en el aparato. Cuando se abrieron las gateras, la furia era limitada y, además, tuvo un pequeño contratiempo cuando se quedó sin espacio junto a los palos en el opuesto y, por eso, debió buscar por afuera en el codo.
De 482 kilos y cría de Vikeda SRL, Tío Boy respondió al favoritismo de los aficionados. Aquel precoz que a fines de 2019 ya estaba corriendo en el césped y en la arena es hoy un caballo con una buena campaña y una linda proyección.
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