LUTHIER BLUES, se temó revancha y de la buenaEs una locomotora sin frenos Luthier Blues (Le Blues) y lo confirmó este sábado al quedarse con el Gran Premio Félix de Álzaga Unzué (G1) - Copa Sancor Seguros, corrido en el kilómetro de césped del hipódromo de San Isidro. En esa superficie, donde tenía apenas un antecedente hace casi ocho meses, también sabe ganar el caballo del stud Kirby´s. Y lo hizo por un cuerpo y medio sobre Queen Liz (Lizard Island), la yegua que lo había dejado en el tercer puesto en aquel único viaje desde Azul al escenario del Jockey Club. La revancha llegó con yapa, porque valió también el título de la especialidad.
A la victoria del mes pasado en el Maipú, en la arena de Palermo, le sumó la más importante de la categoría en la grama y siguió su camino triunfal por las pistas el zaino entrenado por Gonzalo Sarno. Ya van cinco primeros puestos en fila y seis en las últimas siete presentaciones, como para ratificar que este año es el suyo. Luthier Blues es la joya del momento de la que se jacta la ciudad de Azul, en cuyo hipódromo le hicieron un tributo especial hace tres semanas en medio de una jornada de carreras. Lo disfrutan en varias ciudades bonaerenses, si se consideran todos los lazos que hay en su entorno.
"Es un buen caballo. Me lo había demostrado en Palermo y esta vez la cancha estaba muy buena para él. Le tenía mucha fe y por eso para mí no podía perder", sentenció Brian Enrique, segundos después de bajarse del caballo y hacer el trámite del pesaje. "Largó muy bien, viniendo de menor a mayor, y de los 300 metros a la raya corrió fuerte", graficó el jinete santafecino, que obtuvo tres de sus cuatro festejos en el más alto nivel en carreras de 1000 metros.
Luthier Blues jugó sus ambiciones a poco más de media cancha, mientras por adentro y por afuera había rivales dispuestos a no dejarse alcanzar. Lo intentó Queen Liz, desde la gatera más lejana de los palos, y estuvo cerca de salirse con las suyas con su disparada, pero como en 2020 se encontró con un adversario que no estaba dispuesto a ceder el cetro. Por los 200, el ganador comenzó a sacarse de encima a la potranca Senegalesca (Sebi Halo), que salió a correrle la carrera de cerca, y enseguida dio cuenta de la defensora del stud Rubio B, que repitió el placé del año anterior ante Strategos (Zensational).
No fue caballero con las hembras el ejemplar criado en el haras El Paraíso: las dejó en los tres puestos siguientes, con Queen Liz como escolta, Senegalesca manteniendo el tercer lugar y Che Maga (Violence) apareciendo en el final para quedarse con el cuarto lugar, a la cabeza de la anterior y por delante de Hit Empeñoso (Hit it a Bomb), el quinto.
Con este impacto, Luthier Blues llegó a los nueve triunfos y los últimos cuatro los consumó con Enrique, que está invicto en su montura.
Es una locomotora sin frenos Luthier Blues (Le Blues) y lo confirmó este sábado al quedarse con el Gran Premio Félix de Álzaga Unzué (G1) - Copa Sancor Seguros, corrido en el kilómetro de césped del hipódromo de San Isidro. En esa superficie, donde tenía apenas un antecedente hace casi ocho meses, también sabe ganar el caballo del stud Kirby´s. Y lo hizo por un cuerpo y medio sobre Queen Liz (Lizard Island), la yegua que lo había dejado en el tercer puesto en aquel único viaje desde Azul al escenario del Jockey Club. La revancha llegó con yapa, porque valió también el título de la especialidad.
A la victoria del mes pasado en el Maipú, en la arena de Palermo, le sumó la más importante de la categoría en la grama y siguió su camino triunfal por las pistas el zaino entrenado por Gonzalo Sarno. Ya van cinco primeros puestos en fila y seis en las últimas siete presentaciones, como para ratificar que este año es el suyo. Luthier Blues es la joya del momento de la que se jacta la ciudad de Azul, en cuyo hipódromo le hicieron un tributo especial hace tres semanas en medio de una jornada de carreras. Lo disfrutan en varias ciudades bonaerenses, si se consideran todos los lazos que hay en su entorno.
"Es un buen caballo. Me lo había demostrado en Palermo y esta vez la cancha estaba muy buena para él. Le tenía mucha fe y por eso para mí no podía perder", sentenció Brian Enrique, segundos después de bajarse del caballo y hacer el trámite del pesaje. "Largó muy bien, viniendo de menor a mayor, y de los 300 metros a la raya corrió fuerte", graficó el jinete santafecino, que obtuvo tres de sus cuatro festejos en el más alto nivel en carreras de 1000 metros.
Luthier Blues jugó sus ambiciones a poco más de media cancha, mientras por adentro y por afuera había rivales dispuestos a no dejarse alcanzar. Lo intentó Queen Liz, desde la gatera más lejana de los palos, y estuvo cerca de salirse con las suyas con su disparada, pero como en 2020 se encontró con un adversario que no estaba dispuesto a ceder el cetro. Por los 200, el ganador comenzó a sacarse de encima a la potranca Senegalesca (Sebi Halo), que salió a correrle la carrera de cerca, y enseguida dio cuenta de la defensora del stud Rubio B, que repitió el placé del año anterior ante Strategos (Zensational).
No fue caballero con las hembras el ejemplar criado en el haras El Paraíso: las dejó en los tres puestos siguientes, con Queen Liz como escolta, Senegalesca manteniendo el tercer lugar y Che Maga (Violence) apareciendo en el final para quedarse con el cuarto lugar, a la cabeza de la anterior y por delante de Hit Empeñoso (Hit it a Bomb), el quinto.
Con este impacto, Luthier Blues llegó a los nueve triunfos y los últimos cuatro los consumó con Enrique, que está invicto en su montura.
A la victoria del mes pasado en el Maipú, en la arena de Palermo, le sumó la más importante de la categoría en la grama y siguió su camino triunfal por las pistas el zaino entrenado por Gonzalo Sarno. Ya van cinco primeros puestos en fila y seis en las últimas siete presentaciones, como para ratificar que este año es el suyo. Luthier Blues es la joya del momento de la que se jacta la ciudad de Azul, en cuyo hipódromo le hicieron un tributo especial hace tres semanas en medio de una jornada de carreras. Lo disfrutan en varias ciudades bonaerenses, si se consideran todos los lazos que hay en su entorno.
"Es un buen caballo. Me lo había demostrado en Palermo y esta vez la cancha estaba muy buena para él. Le tenía mucha fe y por eso para mí no podía perder", sentenció Brian Enrique, segundos después de bajarse del caballo y hacer el trámite del pesaje. "Largó muy bien, viniendo de menor a mayor, y de los 300 metros a la raya corrió fuerte", graficó el jinete santafecino, que obtuvo tres de sus cuatro festejos en el más alto nivel en carreras de 1000 metros.
Luthier Blues jugó sus ambiciones a poco más de media cancha, mientras por adentro y por afuera había rivales dispuestos a no dejarse alcanzar. Lo intentó Queen Liz, desde la gatera más lejana de los palos, y estuvo cerca de salirse con las suyas con su disparada, pero como en 2020 se encontró con un adversario que no estaba dispuesto a ceder el cetro. Por los 200, el ganador comenzó a sacarse de encima a la potranca Senegalesca (Sebi Halo), que salió a correrle la carrera de cerca, y enseguida dio cuenta de la defensora del stud Rubio B, que repitió el placé del año anterior ante Strategos (Zensational).
No fue caballero con las hembras el ejemplar criado en el haras El Paraíso: las dejó en los tres puestos siguientes, con Queen Liz como escolta, Senegalesca manteniendo el tercer lugar y Che Maga (Violence) apareciendo en el final para quedarse con el cuarto lugar, a la cabeza de la anterior y por delante de Hit Empeñoso (Hit it a Bomb), el quinto.
Con este impacto, Luthier Blues llegó a los nueve triunfos y los últimos cuatro los consumó con Enrique, que está invicto en su montura.
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