TURF ARGENTINO

ARGENTINA, el mejor turf de la región 

sin reactivación a la vista 

La pandemia COVID-19 dejó al turf argentino de para tras el Longines Gran Latinoamericano (G1) de mediados de marzo pasado y de momento no tiene posibilidades de retorno alguno generando una severa crisis en la latitud más relevante de Sudamérica.

La HIPICA ARGENTINA lo pasa mal en la hípica y la crisis pareciera no tener fecha de término en una de las latitudes más importantes de Sudamérica, con más de 6.000 nacimientos registrados en el último año, lo que la ubican en el top ten de la crianza mundial

Y es que Argentina al comienzo de julio próximo será uno de los pocos países con una industria hípica relevante que no ha podido regresar a la actividad producto de la pandemia Covid-19, y quizá el único, pues los anuncios del regreso de la operación turfística en Perú, Venezuela y Singapur, programados para las próximas semanas dejarán a la hípica más poderosa de Sudamérica mirando como se corre en el mundo entero, y viendo como la anunciada crisis de una industria que genera más de 120 mil empleos directos y 600 mil indirectos, va en una ruta muy peligrosa.

A pesar que en varios países donde la emergencia sanitaria es mayor a la que actualmente tienen en Argentina, donde hay poco más de 30 mil casos de contagio, con un saldo que lamentar inferior a las mil muertes, las carreras no pueden iniciar la desescalada, pese al intento de los gremios hípicos por demostrar que la actividad si ha podido regresar en otras latitudes bajo estrictas medidas de seguridad, lo que no ha podido ocurrir en suelo argentino, dondelo único que tienen es una fecha tentativa para el retorno de las reuniones de carrera, que sería agosto próximo.

Dicha incertidumbre tiene con suma preocupación y molestia a los integrantes del mundo del turf que la última semana se manifestaron en distintas provincias de ese país con un banderazo, del cual se difundieron diversas imágenes en redes sociales en apoyo al regreso de las carreras, en su condición fuente de trabajo y sustento para miles de familias.

Paralizada desde mediados de marzo, tras la disputa del Longines Gran Premio Latinoamericano (G1), al igual que muchas latitudes hípicas en el mundo, el turf más destacado de la Región, aspiraba a correr a puertas cerradas desde mediados de junio o comienzos de julio con la intención de revitalizar su industria, pero a la fecha no encuentra ninguna señal gubernamental, y la preocupación comienza a tomar parte de todos sus integrantes, que entienden que prolongar la situación más allá de agosto generaría la crisis más dura que ha enfrentado el turf más importante de Sudamérica.